La vacuna mató al anciano que falleció en Suiza después de la inoculación

En Suiza la vacunación comenzó en Nochebuena en un asilo de ancianos de Lucerna, que sufrían demencia. La operación se llevó a cabo como se vienen haciendo estas cosas desde el inicio de la pandemia: con prisas y de cara a la galería, a los platós de televisión, como si fueran un “reality show”.

Los sanitarios vacunaron a todos, con una única excepción, pero sería bueno saber cómo obtuvieron el consentimiento de unos ancianos dementes en plena Nochebuena. ¿Se molestaron en avisar a sus familiares para que les firmaran el permiso?

No. El equipo de vacunación no se tomó ninguna molestia. Eran poco más que una máquina de poner jeringuillas en cadena.

No se molestaron en leer el historial médico de la cobaya, donde debía constar que había reaccionado negativamente a una vacuna anterior contra la gripe y, por lo tanto, le deberían haber retirado de la cadena de montaje y no habría muerto.

No. En la vacunación no estaba presente el médico “responsable” del asilo, que les podría haber avisado de sus alergias.

No. Ni siquiera le llamaron por teléfono para avisarle de que iniciaban la vacunación (1).

¿Por lo tanto qué papel ha jugado el médico “responsable” en esta muerte.

A pesar de la demencia de los ancianos, parece que el médico sólo acudía al asilo a cobrar su sueldo. Cinco días después de la vacunación, el asilo le envía un correo electrónico informándole del deterioro del estado de salud del vacunado. Cuando el médico llamó por teléfono, el anciano ya había muerto.

El asunto apesta a la apertura de una investigación criminal, aunque los matarifes quizá se libren gracias a la demencia del fallecido.

La muerte del anciano, como tantas otras que se han producido en otros asilos del mundo, debería replantear el estado actual de la medicina, incluso en países tan “avanzados” como Suiza y, desde luego, la utilización de los ancianos como cobayas. ¿Cómo es posible un tratamiento médico masivo e indiscriminado que no tiene en cuenta el estado de salud de cada uno de las personas afectadas?

Es francamente repugnante leer el modo en que los “expertos” solventan este tipo de prácticas criminales para justificar unas vacunaciones que son tan masivas como experimentales. “Los beneficios de la vacuna superan sus riesgos”, afirma Swissmedic. Es algo que se lo deberían decir a la cara a los que esperan la vacuna. ¿Está en el lado de los beneficios o en el de los riesgos?

Alarmado por el alto número de efectos adversos de las vacunas, los CDC ya no publican las cifras. No obstante, a fecha 18 de diciembre se sabe que de las 112.807 vacunaciones practicadas, se produjeron 3.150 impactos negativos en la salud que hicieron imposible el trabajo y requirieron atención médica.

Después de cinco días de la vacunación, la tasa de toxicidad es del 2,8 por ciento que si para unos es “poco” para otros es “mucho”. Si vacunaran a toda la población suiza, fabricarían 240.000 enfermos, más de trece veces el número de hospitalizaciones por coronavirus.

Las reacciones alérgicas agudas, que ahora parecen ocurrir con la vacuna de Moderna, están a la vanguardia, reconoce el New York Times (2).

Suiza informa de las reacciones adversas a las vacunas a través del portal electrónico Elvis (3). El año pasado notificaron 273 reacciones adversas para un número desconocido de vacunaciones. Según el portavoz de Swissmedic, Lukas Jäggi, el número de casos no informados es del 85 por ciento. La burocracia sanitaria va a abrir un formulario en línea para que los propios vacunados informen de los efectos secundarios.

La interacción de las vacunas con otros medicamentos es otro asunto crucial, sobre todo en el caso de los ancianos, cuyo organismo está absolutamente intoxicado por el consumo de múltiples fármacos.

(1) https://www.zeitpunkt.ch/heiligabend-geimpft-fuenf-tage-spaeter-tot
(2) https://www.nytimes.com/2020/12/25/health/Covid-moderna-vaccine-allergies.html
(3) https://www.swissmedic.ch/swissmedic/de/home/humanarzneimittel/marktueberwachung/pharmacovigilance/elvis.html

Más información:
– Muere un israelí de 75 años dos horas después de vacunarse contra el coronavirus
– Un segundo fallecido en Israel tras vacunarse y serios incidentes que requieren hospitalización
– Muere en Suiza otra persona después de ser vacunada

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