Terroristas que son demócratas contra demócratas que son terroristas

Ajmed Chataiev, yihadista y refugiado
El 29 de junio el aeropuerto de Estambul padeció un sangriento atentado perpetrado por tres kamikazes, de los que uno era checheno, Ajmed Chataiev, alias El Manco, un “refugiado político” en Austria, protegido por Amnistía Internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Su caso muestra el doble rasero de las ONG y las instituciones europeas, que persiguen a las organizaciones revolucionarias como si fueran “terroristas” y protegen a los terroristas como si fueran “revolucionarios”. A ese cinismo típico de Europa le llaman “protección de los derechos humanos”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazó la petición de Rusia para que Chataiev fuera extraditado y juzgado. De haber accedido, los 44 muertos del atentado de Estabul estarían ahora vivos, incluido Chataiev, que estaría en la cárcel. Pero como a Rusia no le han puesto la etiqueta de “país democrático”, sino todo lo contrario, ya que persigue a valerosos “demócratas”, como Chataiev…

Tras el atentado, el propio gobierno de Turquía sacó el nombre de Chataiev como uno de los autores del mismo, así como su pertenencia al Califato Islámico en cuyas filas desempeñaba el papel de encargado del adiestramiento de los yihadistas rusófonos.

Tras la segunda guerra de Chechenia, El Manco fue detenido por su pertenencia a una organización armada, pero se fugó y en 2001 huyó de Rusia. Dos años después Austria le concedió el estatuto de “refugiado político”, es decir, como si fuera la típica víctima de una guerra con la que nada tenía que ver. Naturalmente que, dado que él no tenía la culpa de nada, el verdadero culpable era Putin, un dictador…

A Chataiev le llaman El Manco porque perdió un brazo cuando preparaba una bomba para un atentado que le explotó sorpresivamente antes de tiempo.

Las peticiones y advertencias de Rusia a los países de la Unión Europea fueron inútiles, las órdenes de busca y captura se apoyaban en pruebas falsas, una maquinación típica de una policía corrupta y manipulada por el poder… Sin embargo, las evidencias no podían ser más claras: en 2010 le detuvieron a Chataiev en Ucrania y entonces el ministro del Interior ya anunció públicamente que en su agencia figuraban contactos con importantes y conocidas figuras del terrorismo.

Rusia volvió a pedir la extradición y, a pesar de que en aquella época al gobierno ucraniano le acusaban de ser una marioneta de Moscú, se produjo una situación que luego se ha demostrado típica: la coalición de los neonazis ucranianos con los yihadistas. En el nombre de Bandera, el grupo “nacionalista” Trizub se manifestó a favor de su liberación, una petición a la que se sumó… Amnistía Internacional, nada menos, así como la Comisión Europea de Derechos Humanos, que pidió que no fuera extraditado a Rusia porque era un “refugiado político” de Austria, porque en Rusia no podría tener un juicio “justo”, porque corría el riesgo de ser torturado, algo habitual en Rusia…

El resultado de aquello se lo pueden imaginar.

Al año siguiente le volvieron a detener, esta vez en la frontera entre Bulgaria y Turquía, pero a El Manco los organismos europeos le habían concedido una verdadera patente de corso: seguía siendo un “refugiado político”, carta blanca, un salvoconducto que otra vez le iba a salvar de la injusta persecución de Rusia.

Pero no hay dos sin tres y en setiembre de 2012 le volvieron a detener a Chataiev en Georgia, esta vez durante una operación de las fuerzas especiales. Le ocuparon varias granadas, le acusaron de tenencia de armas, Rusia volvió a exigir su tradición… y le volvieron a poner en libertad bajo una fianza de 3.000 dólares. Sus padrinos tenían tentáculos por todo el mundo.

Dopado por los miles de millones de euros que ha recibido de Alemania gracias a los refugiados, el gobierno de Turquía guarda silencio sobre el caso Chataiev, pero la responsabilidad de Austria y de las instituciones europeas en el atentado de Estambul no puede ser más evidente. Las víctimas del terrorismo deberían exigir, al menos, una declaración pública de disculpa.

Este tipo de situaciones sólo se explican porque se trataba de un checheno, porque está por medio Rusia, que es tanto como decir que El Manco no era un terrorista sino una víctima del terrorismo… ruso.

En eso consiste la famosa “lucha contra el terrorismo” en la que están embarcados los imperialistas desde el 11 de setiembre de 2001.

Fuente: http://www.comite-valmy.org/spip.php?article7331

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