Sudáfrica publica el contrato firmado con Pfizer para el suministro de vacunas contra el ‘covid’

Los tribunales sudafricanos han impuesto a su gobierno lo que en Europa no ha sido posible: la publicación de los contratos firmados entre Pfizer y el gobierno para la compra de las vacunas contra el “covid” (*).

Los contratos ponen de relieve que la vacunación se realizó sin el más mínimo respeto al principio de precaución, es decir, sin los preceptivos ensayos previos. “El producto ha completado los ensayos clínicos de Fase 2b/3 y, a pesar de los esfuerzos de investigación, desarrollo y fabricación de Pfizer, el producto puede no tener éxito debido a dificultades o fallas técnicas, clínicas, regulatorias, de fabricación, de envío, de almacenamiento u otras”.

La vacuna fue improvisada a toda velocidad. No se sabía el alcance de los efectos adversos: “El Comprador reconoce que la vacuna y los materiales relacionados con la vacuna, y sus componentes y materiales constitutivos, se encuentran en rápido desarrollo debido a la situación de emergencia y continuarán estudiándose después del suministro de la vacuna al Comprador en virtud de este Acuerdo. El comprador reconoce además que los efectos a largo plazo y la eficacia de la vacuna no se conocen en este momento y que puede haber efectos indeseables de la vacuna que aún no se conocen”.

Todos son beneficios. La multinacional no corría con ningún gasto: “El comprador es responsable de todos los costos relacionados con la retirada o retirada del mercado del producto en Sudáfrica, incluidos, entre otros, los costos razonables incurridos por o en nombre de Pfizer y sus afiliados o de BioNTech y sus empresas afiliadas […] excepto en la medida en que dicha retirada o retirada del mercado resulte de una mala conducta intencionada por parte del fabricante”.

Tampoco tenía ninguna responsabilidad: “Pfizer no es responsable por la falta de entrega de dosis de acuerdo con las fechas de entrega establecidas en este documento (aparte de lo expresamente previsto en este Acuerdo), y dicha falta de entrega no le da al Comprador el derecho de cancelar pedidos de cantidades de productos”.

Todo lo que aseguraron los medios de comunicación sobre la vacuna de Pfizer era, pues, falso. Nunca un fármaco se inoculó con tan absoluta falta de garantías por parte del fabricante.

(*) https://healthjusticeinitiative.org.za/pandemic-transparency/

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