Los clientes atracan los bancos libaneses para recuperar su dinero

Una oleada de atracos a bancos por parte de clientes desesperados ha sacudido Líbano durante los últimos días. Ayer se produjeron al menos cinco atracos en Beirut y sus alrededores, así como en el sur del país. Empuñando un arma falsa, uno de los asaltantes consiguió recuperar 19.200 dólares, de un total de 20.000 bloqueados en por el banco desde el inicio de la bancarrota que afecta al país, agravada por la pandemia.

Ante la falta de liquidez, los bancos han impuesto unilateralmente un corralito: los clientes no pueden acceder a sus depósitos. Las retiradas de las cuentas en libras libanesas están limitadas, al igual que los retiradas de las cuentas en dólares colocadas en los bancos antes de la crisis. Las retiradas en moneda extranjera sólo se permiten si los depositantes renuncian al 80 por cien del valor de los fondos retirados.

Muchos depositantes han emprendido acciones legales para hacer valer sus derechos. Pero son pocos los que pueden iniciar costosos procedimientos en el extranjero, mientras que los que están en el Líbano están empantanados. Para muchos los asaltos a los bancos son el último recurso.

El miércoles se produjeron dos atracos en Beirut y Aley, al sureste de la capital. La primera acción, coordinada por el colectivo de defensa de los clientes de bancos “El Grito de los Depositantes” y un colectivo de abogados, permitió que el asaltante se fuera con una suma de 13.000 dólares y unos 30 millones de libras libanesas, casi 800 dólares al cambio del mercado negro. El dinero estaba destinado a pagar el tratamiento contra el cáncer de su hermana, dijo en un vídeo en directo en Facebook, que fue aplaudido por un gran número de internautas.

Los riesgos jurídicos de estos actos son mínimos, según un abogado de la Unión de Depositantes. Desde el punto de vista de la legislación libanesa, no se trata de robos, sino de actos destinados a tomarse la justicia por su mano, para que los asaltantes se queden con el dinero recuperado. Los delitos conllevan una pequeña multa de 200.000 dólares (5 dólares al cambio del mercado negro) y, si se utiliza la fuerza, una pena de prisión de hasta seis meses.

El Banco Federal ha decidido no perseguir a un cliente armado que el 11 de agosto logró salir con 35.000 dólares tras tomar como rehenes a otros clientes y empleados del banco. El caso de otro cliente por hechos similares en otro banco del valle de la Bekaa en enero ha sido trasladado al juez, que ha decidido dejarlo en libertad bajo fianza.

Los libaneses necesitan recuperar su dinero, pero a falta de una solución colectiva por parte del gobierno, se ha impuesto la ley de la jungla. La Asociación de Bancos del Líbano anunció ayer que las sucursales cerrarían a partir del lunes durante tres días.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo