Muere Simón Peres, el Carnicero de Qana

El antiguo Presidente israelí Simón Peres murió anoche, dos semanas después de un derrame cerebral.

De origen sefardí o español, Peres nació en 1923 y en 1932 sus padres emigraron a Palestina. En 1947 se unió como responsable de la adquisición de armamentos, a la Haganah, la organización terrorista sionista que tenía como misión el llevar a cabo ataques armados contra los palestinos. La Haganah promovió también la inmigración sionista hacia Palestina.

En los años siguientes Peres ocupó numerosos puestos en la jerarquía militar. Se convirtió en el jefe de la fuerza naval israelí, en el responsable de la delegación encargada de promover la relaciones militares entre Israel y Estados Unidos en el seno del Ministerio de Defensa, en el secretario general de este ministerio y el responsable del proyecto de construcción de la central nuclear de Dimona. Desde su cargo promovió la adquisición de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva por parte de la entidad sionista.

También jugó un papel importante e inolvidable en las masacres de palestinos, de las que fue uno de sus principales autores. Fue uno de los primeros en reprimir en 1987 la Primera Intifada palestina y mostró su apoyo a las políticas criminales de Ariel Sharon, en aquella época primer ministro israelí, que recurrió a una violencia sistemática hacia los palestinos matando a miles de ellos.

Peres defendió ardientemente la implantación ilegal de colonos judíos en los territorios ocupados palestinos, convirtiéndose en uno de los máximos responsables en la creación del régimen de apartheid israelí.

En 1982 promovió la agresión militar contra el Líbano, que causó más de 20.000 muertos, todos ellos civiles.

En 1996, cuando era primer ministro, lanzó una operación bautizada “Las Uvas de la Ira” contra el Líbano, con el fin de atacar a las fuerzas de la resistencia libanesa. La masacre de Qana fue el resultado de esa operación. Se trató de un horrible crimen de guerra en el que participaron unidades de artillería del Ejército israelí. Las víctimas fueron civiles libaneses de la localidad de Qana.

Los continuos ataques con misiles, lanzados en medio de la noche, cuando las víctimas estaban dormidas, redujeron a cenizas un inmueble de viviendas de cuatro pisos y las casas vecinas, matando a más de 200 personas, incluyendo muchos niños.

Para millones de personas en todo el mundo, esta atrocidad encarnó la esencia misma de la guerra contra el Líbano, llevada a cabo por Israel con el apoyo de Estados Unidos, e ilustró perfectamente la brutalidad e inhumanidad del régimen sionista y sus dirigentes.

En un principio, Israel pretendió que se había tratado de un error, otro más. Sin embargo, una investigación de la ONU demostró algunos meses más tarde que se trató de una operación premeditada y que drones israelíes habían filmado el campo antes del inicio de la agresión.

A Peres, que pretendió que todo había sido hecho de una manera lógica y responsable, aquel crimen le valió el apelativo de “El Carnicero de Qana”.

A su historial de criminal de guerra añadió la Operación Plomo Fundido, llevada a cabo en 2008 contra la Franja de Gaza, que causó decenas de muertos, incluyendo mujeres, niños y ancianos.

Bajo su presidencia, en 2010 el navío Mavi Marmara fue atacado por unidades especiales israelíes, matando a 9 solidarios turcos e hiriendo a otras 60 personas.

En lo que constituye uno de los mayores actos aberrantes y vergonzosos de la historia moderna, Peres recibió en 1994 el Premio Nobel de la Paz. Una verdadera burla contra la humanidad.

Fuente: http://spanish.almanar.com.lb/adetails.php?eid=139995&cid=23&fromval=1

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