Los incendios calcinaron la Antártida hace 75 millones de años

En ciencia las mayores torpezas se suelen cometer cuando se da por sentado que la materia es posible sin movimiento y automovimiento, es decir, que hay algo en el cosmos que no cambia y no evoluciona. Esa falsa impresión es mayor cuando los científicos se refieren a la materia inerte, como la física, por ejemplo, por influencia de las leyes de Newton.

Lo mismo ocurre con la geología. Hay muchos conservacionistas que creen que el planeta es una foto fija y que se debe (y se puede) mantener tal y como está ahora porque cualquier intervención humana sobre la naturaleza y el suelo es una agresión.

Pero en la tierra hay montañas donde antes había valles (y a la inversa), y desiertos que antes eran vergeles (y a la inversa). Las cosas se transforman en su contrario por efecto del tiempo, del desarrollo y de la transformación incesantes y, lógicamente, los fenómenos que son diferentes se rigen por leyes científicas diferentes, no homogéneas y cambiantes en el tiempo y en el espacio.

Recientemente la revista Polar Research lo ha vuelto a poner de manifesto: los incendios forestales arrasaron la Antártida hace 75 millones de años (1), cuando los dinosaurios vagaban por la Tierra y los seres humanos aún no habían hecho su aparición, es decir, que los incendios no tenían un origen humano.

A finales del Cretácico (hace entre 100 y 66 millones de años), uno de los periodos más cálidos de la Tierra (y no por efecto del CO2), la isla James Ross, en la Antártida, albergaba un bosque templado de coníferas, helechos y plantas con flores llamadas angiospermas, así como una gran cantidad de dinosaurios.

Antiguos incendios calcinaron partes de estos bosques hasta dejar restos de carbón vegetal que los científicos han podido recuperar y estudiar. “Este descubrimiento amplía el conocimiento sobre el inicio de incendios de vegetación durante el Cretácico, mostrando que estos episodios eran más frecuentes de lo que se pensaba”, dijo Flaviana Jorge de Lima, paleobióloga de la Universidad Federal de Pernambuco en Recife, Brasil.

Este descubrimiento es la primera evidencia de fuego en la isla James Ross, una parte de la Península Antártica que ahora se encuentra bajo América del Sur.

Los incendios espontáneos eran habituales en la Antártida durante el periodo Campaniano (hace entre 84 y 72 millones de años). En 2015 otro estudio descubrió la primera evidencia conocida de incendios de la era de los dinosaurios en la Antártida Occidental. Se publicó en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (2).

En 2015-2016 una expedición científica analizó los fósiles recogidos en el noreste de la isla James Ross. Contenían fragmentos de plantas que se asemejaban a residuos de carbón vegetal, que se habían erosionado durante las últimas decenas de millones de años.

Los fragmentos de carbón vegetal eran pequeños: los más grandes eran delgados como el papel y sólo medían 19 por 38 milímetros. Pero las imágenes del microscopio electrónico de barrido revelaron su origen. Los fósiles son probablemente gimnospermas quemadas, pertenecientes a una familia botánica de coníferas llamada Araucariaceae.

Los intensos incendios forestales eran comunes y generalizados a finales del Cretácico, aunque la mayoría de las pruebas de estos incendios se encuentran en el hemisferio norte, con unos pocos casos documentados en el hemisferio sur, en lo que hoy es Tasmania, Nueva Zelanda y Argentina, dijeron los investigadores, que ahora buscan nuevos registros de paleoincendios en otros lugares de la Antártida.

(1) https://polarresearch.net/index.php/polar/article/view/5487
(2) https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0031018214005707

comentario

  1. Yo hace mucho que me descojono de risa cada vez que leo que una de las pruebas del Cambio Climático (*) son las muestras de «hielo fósil» existentes en la Antártida (ya que comparan sus índices de CO2 con las de las capas actuales e infieren que el nivel ha aumentado).

    (*Corra por cuenta de cada abducido y lobotomizado borreguito del resiliente rebaño escuchar el estruendo de las Trompetas del Libro de las Revelaciones cada vez que oigan estas 2 palabras juntas; por lo que a mí respecta, solo me provocan carcajadas, ya lo he dicho al principio).

    Se estima que la Tierra tiene unos 4.500 millones de años, y que hace tan solo 300 todos los continentes estaban unidos en un supercontinente, y por supuesto que la Antártida ni ocupaba su actual lugar ni era la extensión helada que hoy es. ¿De qué coño de cambio están hablando? ¿Del del rollo del papel del bater durante la vida útil de un inodoro? ¿Dónde están sus referencias y sus registros fiables? ¿Es tan difícil de entender? Imbéciles…

    Todas las conclusiones del Cambio Climático no son más que engañabobos para mentes simples, modus vivendi de pseudocientíficos mediocres abonados a subvenciones oligárquicas y fuente de dinero sucio para los de siempre… sucio y manchado de sangre por mil desgracias y abusos… por segundo.

    Sinceramente, creo que hace tiempo que la faceta vomitiva de la Humanidad está empezando a pesar mucho más que cualquier otra que refleje alguna de sus bondades, y que ha pasado de ser una joya rara y preciosa en el caos del cosmos a un simple pedazo de mierda completamente prescindible. No creo que duremos mucho sobre la faz de la Tierra; sería (además moralmente injusto) evolutivamente improbable

    Es cierto que nos autodestruiremos, pero no precisamente a cuenta del cacareado Cambio Climático.

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