Radiografía de la pobreza en Canarias, donde más de 100.000 personas pasan hambre

Hogares ubicados en barrios en buenas condiciones, integrados por familias de hasta cuatro personas, no monoparentales, sin menores a cargo y sustentadas solo por prestaciones. Estas son las características principales que presentan los hogares en situación de exclusión social en Canarias, según el último Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social elaborado por la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) y presentado por Cáritas.

Según el informe, 111.000 personas pasaron hambre con frecuencia en los últimos diez años o la están pasando
ahora mismo.

16.000 personas viven en situación de infravivienda en chabolas, barracones o dependencias prefabricadas y 83.000 en estado de hacinamiento (casas de menos de 15 metros
cuadrados).

El 12,5 por ciento de los hogares encuestados sufre humedades, suciedades y malos olores.

273.000 personas han tenido que dejar de comprar medicamentos y abandonar tratamientos o dietas por motivos económicos. La
situación es aún más difícil cuando todas las personas adultas que integran un núcleo familiar padecen enfermedades crónicas, problemas graves de salud o discapacidad que limita su vida
diaria (3,2 por ciento de los hogares). 83.000 personas en mal estado de salud no han recibido ningún tipo de asistencia médica pese a necesitarla.

44.000 personas que dependen de cuidados y ayudas externas para la rutina no han recibido ningún apoyo público.

En un 7,2 por ciento de los hogares en exclusión, ninguno de los miembros de entre 16 y 64 años tiene estudios.

Sin embargo, factores como el género, la nacionalidad, el nivel de estudios o la precarización del empleo condicionan este complejo fenómeno que, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país, “no se concentra en barriadas y zonas marginales”, sino que se distribuye por todos los rincones de las Islas.

En Canarias un 29 por ciento de la población está en situación de exclusión social, ya sea moderada (13,3 por ciento) o severa (15,7 por ciento). Sin embargo, del 71 por ciento restante, solo el 40,1 por ciento está integrado de forma plena, frente al 30,8 por ciento que se encuentra en un estado de integración precaria. 

La vivienda, el empleo y la salud son las dimensiones en las que los canarios y canarias encuentran más dificultades. En 2018, el 20 por ciento de la población canaria no pudo afrontar los costes de la vivienda, y el 23 por ciento tuvo que reducir los gastos de agua, luz e internet.

El contexto socioeconómico en el que se dan estos datos se caracteriza por un aumento demográfico motivado por la “mayor capacidad de atracción de población migrante” que tiene el Archipiélago y que consigue paliar el descenso de la tasa de fecundidad. A pesar de que, una vez en las Islas, se convierten en uno de los colectivos más vulnerables y susceptibles de sufrir la exclusión.

Asimismo, el PIB per cápita de Canarias es menor que el español, situándose en 19.657 euros por habitante frente a la cifra nacional, 23.179 euros. El gasto en protección social también es inferior a la media española. En el Archipiélago, el dato se limita a 2.714 euros por persona. Mientras tanto, en España el promedio asciende a 3.214 euros.

https://www.canarias7.es/sociedad/radiografia-de-la-pobreza-en-canarias-mas-de-100-000-personas-pasaron-hambre-AX8132828

Nota: el término “exclusión social” es un eufemismo para referirse a la pobreza, tambien llamada miseria o pauperismo

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