Recientemente uno de los ucranianos encargados de las negociaciones con Rusia, Denis Kireiev, fue secuestrado y asesinado inmediatamente después por el SBU, el Servicio de Seguridad de Ucrania.
No fue un caso aislado. Poco antes el alcalde de Kreminna, Vladimir Struk, partidario de negociar con Rusia, también fue secuestrado y asesinado por el SBU de un disparo en el corazón a bocajarro.
El SBU, integrado por 30.000 pistoleros, es la peor organización criminal de Europa y uno de los cuerpos de policía más aterradores de las últimas décadas. El año pasado, cuando el gobierno de Zelensky negociaba su ingreso en la OTAN, el Consejo Atlántico pidió su reforma (1).
Fueron los encargados de aplastar las movilizaciones contra el Golpe de Estado de 2014, después de que una ley del Parlamento ucraniano calificara a la Guerra del Donbass como una “operación antiterrorista” que dura ya 8 años.
Desde entonces el SBU, que se encargaba del contraespionaje, se puso en marcha para detener, torturar y asesinar a los antifascistas, calificados como “prorrusos”.
El SBU puede detener sin orden judicial a cualquier persona, lo que ha favorecido las redadas de miles de personas que serán encarceladas, drogadas, torturadas, desaparecidas o asesinadas.
En 2004, durante la “revolución naranja”, el New York Times ya acusó al SBU de la desestabilización de Ucrania. Mediante amenazas el servicio de seguridad paralizó la intervención de la milicia, las fuerzas antidisturbios, denunció el periódico.
Los asesinatos selectivos de dirigentes del Donbas
Una década después, el SBU volvió a participar en el Golpe de Estado, según denunció el coronel Vasil Prozorov, dirigente de una unidad antiterrorista del SBU, en una rueda de prensa (2) convocada para describir “los crímenes de las autoridades ucranianas en el ámbito de la operación antiterrorista”, según reconoció.
“Estaba profundamente convencido de que en febrero de 2014, el poder en Ucrania fue tomado por un grupo de villanos, que realmente lanzaron una guerra civil en el país para mantenerse en el poder y elevar su propio nivel de bienestar, sin pensar en el pueblo. No me identifico con estas autoridades. Cuando me di cuenta de que se había producido un golpe de estado nacionalista, antipopular e incluso nazi, decidí luchar contra estas autoridades con cualquier método a mi alcance”, dijo a los periodistas.
En abril de 2014, incluso antes de que comenzaran los enfrentamientos armados en el Donbas, el gobierno de Kiev no planteó una solución pacífica del conflicto en la región.
“El centro antiterrorista del SBU se encargó efectivamente de la operación antiterrorista en el este de Ucrania hasta la primavera de 2018, mientras que mis responsabilidades incluían mantener el contacto con otras fuerzas […] Esto me permitió recibir información de varios servicios especiales de Ucrania: el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor, la Dirección General de Inteligencia, la Guardia Nacional, la Policía Nacional e incluso el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, donde asistí repetidamente a reuniones a puerta cerrada”, añadió Prozorov.
Las fuerzas de seguridad ucranianas comenzaron a planificar la operación en el Donbas antes de lo que oficialmente anunciaron y el ejército participó ilegalmente en ella. Cuando no lograron resolver rápidamente la guerra, el SBU preparó una serie de propuestas para ponerle fin. “Hubo sugerencias sobre cómo justificar las operaciones especiales de las unidades armadas. Además, dichas operaciones especiales preveían inicialmente un gran número de víctimas civiles, que más tarde serían declaradas cómplices de los terroristas”, dijo.
El SBU estuvo involucrado en todos los asesinatos de alto perfil en el Donbas. Prozorov lo oyó del subsecretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Serhiy Kryvonos. Los pistoleros ucranianos asesinaron a un gran número de dirigentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Por ejemplo, mataron a comandantes conocidos por sus nombres de guerra Givi y Motorola y planearon también matar a dos milicianas apodadas Korsa y Bagira, admitió el coronel.
“Me ha sorprendido mucho saber que en los medios de comunicación rusos se ha extendido la opinión de que muchos dirigentes y mandos militares de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk fueron asesinados en disputas internas. Quiero asegurarles que eso es falso. Fueron neutralizados por los servicios especiales de Ucrania”, confesó Prozorov.
Las prisiones secretas del SBU en Ucrania
El SBU tiene prisiones secretas en la zona de la operación antiterrorista del Donbas. Una de ellas, llamada “la biblioteca”, se encuentra en el aeródromo de Mariupol. En ella prisión se torturó y mató a personas, reconoció el coronel.
“No podemos ignorar un asunto como el de las prisiones secretas en la zona de la ATO [operación antiterrorista]. Una vez más, no puedo hablar de todas esas prisiones. Pero conozco muy bien la que se encuentra en el aeródromo de Mariupol… Es difícil hablar de ‘la biblioteca’… Empezó a funcionar en enero de 2017. No tengo más información. En los dos meses de mis rotaciones en el verano y otoño de 2014, más de 300 personas pasaron por ‘la biblioteca’”, dijo Prozorov.
Al menos dos detenidos murieron durante las torturas en “la biblioteca”, añadió.
Las redes de la CIA en Kiev
Los sicarios de la CIA visitan a menudo las oficinas centrales del SBU en Kiev para planificar operaciones. “Después de 2014… los oficiales de la CIA están en Kiev, en apartamentos secretos y casas de campo. A menudo visitan la oficina central del SBU, para celebrar reuniones y planificar operaciones”, dijo Prozorov a los periodistas.
Dos representantes del servicio de inteligencia exterior de Reino Unido, el MI6, visitaron el SBU en 2016. “No solo vinieron a reunirse con la dirección del SBU, sino que luego visitaron la zona donde se llevaba a cabo la operación antiterrorista, la ciudad de Kramatorsk”.
(1) https://www.atlanticcouncil.org/blogs/ukrainealert/getting-ukraines-security-service-reform-right/
(2) https://www.pakistanpoint.com/en/story/578211/former-sbu-officer-describes-crimes-committed-by-ukrain.html
Rusia deberia levantar la voz, pero BIEN ALTO delatando éstos movimientos y no cansarse de hacerlo. Tampoco debería seguir permitiendo que EEUU y la OTAN manden UN SOLO ARMAMENTO MÁS a Ucrania.