Las armas occidentales se diseñan para exhibir en los desfiles militares

Más de un lector se imagina que exageramos cuando decimos que el caza F-35 de última generación es un montón de chatarra o que los submarinos más modernos de la Royal Navy corren el riesgo de irse al fondo del océano al menor contratiempo.

Nada de eso. Incluso la situación es peor, como lo demuestra la Guerra de Ucrania. Los sistemas occidentales de armas son un despilfarro inútil de dinero público. Tienen un coste tan elevado que sus operadores tienen orden de no usarlos, salvo en contadas oc asiones.

Un artículo reciente de la revista Forbes asegura que las municiones de artillería occidental están “sobrediseñadas” (*). En circunstancias ideales, los sistemas de artillería aliados superan a sus equivalentes rusos. Sólo hay un pequeño problema: en una guerra no hay circunstancias ideales. Por lo tanto, concluye Forbes, cuando se habla de armas la cantidad es mejor que la calidad.

Como hemos dicho algun vez, se han diseñado para exhibir en los desfiles militares y las ferias de armamento. Son las consecuecias de privatizar las empresas de armamento, que sólo buscan su propio beneficio y venden por catálogo.

Además de caros, los equipos son muy complejos técnicamente y no se prueban suficientemente para evitar su deterioro. No se sabe exactamente cómo funcionan, ni tampoco si realmente funcionarán alguna vez. Sin embargo, adiestrar a un operador en el manejo de ese tipo de armas lleva mucho tiempo.

Pero si en una guerra, como la de Ucrania, resulta difícil para las potencias occidentales poner sus mejores sistemas de armas al alcance del fuego ruso, resulta mucho peor cuando se trata de adversarios, como los huthíes, que con medios muy baratos pueden destruir armas muy caras. Un militar australiano asegura que 5.000 “proyectiles de mierda” de Corea del norte causan más daño que 100 proyectiles estadounidenses de última generación.

Entonces las cuentas no salen y las academias miltares sólo son capaces de explicar las guerras pasadas, pero no las futuras. Empiezan a mirar hacia Rusia y China y a imitar su política de defensa. El plan es fabricar armamento barato para poder fabricarlo en mucha cantidad y muy rápidamente.

Hasta ahora la OTAN ha confiado en una política propia de matón de barrio. Ha diseñado sus ejércitos a medida para combatir en guerras híbridas, localizadas y contra adversarios muy inferiores.

En un escenario de guerra total ningún país del planeta es capaz de fabricar las gigantescas cantidades de “municiones inteligentes” que son necesarias para una guerra a largo plazo contra adversarios parejos.

Se puede sentir la desesperación en Occidente a medida que la realidad comienza a comprender a sus principales pensadores. Años de construir ejércitos de “buen tiempo” destinados a impresionar a los compradores en las ferias de armas organizadas por el MIC han dejado las doctrinas militares occidentales lamentablemente obsoletas en cuanto a cómo se libran las guerras reales.

(*) https://www.forbes.com/sites/craighooper/2024/01/02/want-200000-155mm-artillery-shells-a-month-for-ukraine-simplify-production/

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