La OTAN abre un nuevo frente de provocaciones en Kaliningrado

El sábado quedó prohibido en Lituania el tránsito de mercancías rusas a Kaliningrado. Teniendo en cuenta que Lituania forma parte de la OTAN y de la Unión Europea, se trata de una provocación incalificable.

Kaliningrado es el cuartel general de la fuerza naval rusa en el mar Báltico y alberga una población de casi medio millón de habitantes. No tiene continuidad territorial con el resto de Rusia. Sus únicas fronteras terrestres son Polonia y Lituania.

En Polonia y los países bálticos los medios de comunicación vaticinan, una y otra vez, que Kaliningrado será el detonante de una guerra contra Rusia y se esfuerzan porque sus profecías se cumplan.

El enclave es un serio problema, tanto para Rusia como para la OTAN, muchas de cuyas operaciones militares en el norte de Europa no se pueden llevar a cabo por su situación estratégica, sobre todo si Rusia impone una zona de exclusión aérea (A2/AD), lo que supondría el aislamiento por el aire de los países Bálticos.

Rusia ha llenado Kaliningrado de misiles Iskander para responder a cualquier desafío. También lo ha llenado de radares y artilugios de guerra electrónica. En 2015 Ben Hodges, comandante del ejército de Estados Unidos en Europa, advirtió de que Rusia puede cerrar el paso a cualquier buque de la OTAN en el mar Báltico, aislando otra de las posibles vías de llegada.

El corredor de Suwalki, que une a Kaliningrado con Bielorrusia, es un punto caliente muy especial porque es el único que une por tierra a Polonia con Lituania. Para Rusia sería relativamente fácil bloquear esa frontera y dejar aislados a los países del Báltico también por tierra.

“Rusia podría apoderarse de los Estados bálticos más rápido de lo que nosotros seríamos capaces de defenderlos”, admitió el general Hodges al semanario alemán Die Zeit en 2016.

La mayor provocación militar de la OTAN después de la Guerra Fría en Europa del este, las maniobras Anaconda, las justificaron por la necesidad de defender el corredor de Suwalki. El ministro de Defensa polaco, Antoni Macierewicz, dijo entonces que las tropas de la OTAN podrían llegar a los países del Báltico “siempre y cuando podamos mantener la brecha de Suwalki […] Es nuestra mayor fortaleza y también nuestra debilidad”.

En tales condiciones militares parece incomprensible que Lituania cierre el paso de las mercancías que viajan a Kaliningrado, salvo que se trate de sondear la reacción de Rusia, que tiene muchas maneras de bloquear a los países del Báltico sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de ataque militar y, en consecuencia, sin que la OTAN pueda invocar la legítima defensa colectiva del artículo 5 de Tratado.

Lituania juega con fuego y puede acabar achicharrada, igual que Ucrania.

Actualización a las 19:41

Las represalias de Moscú al bloqueo de Lituania al transporte a Kaliningrado tendrán graves consecuencias para los ciudadanos lituanos, dijo Nikolay Patrushev, jefe del Consejo de Seguridad de Rusia.

“Por supuesto, Rusia responderá a las acciones hostiles. Se están elaborando las medidas adecuadas y se adoptarán en un futuro próximo”, dijo hoy Patrushev a los periodistas durante un viaje a Kaliningrado.

Las consecuencias de la respuesta de Moscú “tendrán un grave impacto negativo en el pueblo lituano”.

El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha convocado al embajador lituano y al enviado de la Unión Europea a Rusia, Markus Ederer. “Exigimos que se restablezca inmediatamente el funcionamiento normal del tránsito de Kaliningrado”, dijo el Ministerio en un comunicado.

Josep Borrell ha defendido a Lituania, diciendo que actuaba de acuerdo con las sanciones de la Unión Europea a Rusia. “Lituania no es culpable”, dijo, añadiendo que se limita a aplicar las normas sancionadoras de Bruselas.

Actualizado al 22 de junio

Las declaraciones de Lituania siguen en la línea de trasladar la responsailidad del bloqueo a la Unión Europea, algo en lo que los caciques de Bruselas coinciden.

Como enclave, es decir, un territorio que pertenece a Rusia pero que está separado geográficamente del resto del territorio, Lituania debe permitir acceso pleno al territorio, de acuerdo con el derecho internacional. Por ello, la decisión de Lituania (y de la Unión Europea, en su caso) de bloquear el acceso de Rusia a su propio territorio es un “casus belli”, un motivo legimo para una declaración de guerra.

En la parte rusa, el gobernador de Kaliningrado, Anton Alijanov, ha informado de que el bloqueo alcanza a mercancías como el carbón, los metales, los materiales de construcción y las tecnologías avanzadas. Casi la mitad de los flujos de mercancías hacia la región están afectados.

El jefe de la Comisión para la Defensa de la Soberanía Estatal de Rusia, Andrey Klimov, declaró que la decisión de Lituania era un acto de “agresión directa” contra Moscú y que si la Unión Europea no metía en cintura a Lituania, Rusia tendría todas las oportunidades de “resolver el problema de tránsito de Kaliningrado creado por Lituania por cualquier medio que elija”.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, advierte que Rusia considera la medida “abiertamente hostil” y que si Lituania no levanta inmediatamente las restricciones, se reserva el derecho a “defender sus intereses nacionales”.

Actualizado al 24 de junio

La Unión Europea revisará las directivas sobre las sanciones contra Rusia que restringen el tránsito de mercancías hacia la región de Kaliningrado, ha dicho Josep Borrell.

No obstante, los dirigentes europeos empiezan a desmarcarse de Lituania. Aconsejan a su gobierno que no empeore la situación y dicen que aunque las directivas de Bruselas sancionan a Rusia, la interpretación que de las mismas ha llevado a cabo el gobierno de Vilnius es asunto suyo.

Los países de la Unión Europea no están preparados para que Estados Unidos y Reino Unido abren un segundo frente contra Rusia en Europa. Si eso ocurre, toda la arquitectura de la Unión Europea volaría en pedazos.

El Kremlin ha amenazado a la OTAN con realizar maniobras militares en el Báltico, que cortarían el tráfico comercial en sus aguas por pura precaución.

comentario

  1. EEUU siempre usa a terceros países para sus provocaciones, que en el mejor de los casos ponen los muertos ( Vietnam del Sur, Irak en la guerra contra Iran ) o en el peor se quedan con el culo al aire.
    El estado burgués lituano debe de estar bien cogido por las pelotas para aceptar dicha temeridad, habida cuenta de que la respuesta de EEUU, como se ha visto sucesivamente en la historia reciente, depende muy poco de lo que esté por escrito en un papel, y mucho de la capacidad de su economía para sostener una guerra.
    He aquí la diferencia entre un imperio expansivo y un imperio decadente: cuando la economía sobre la que se fundamenta dicho imperio es sana y pujante, la política exterior es muy fuerte, porque hay capacidad para armar a la nación, incluso superando reveses militares, mientras que una economía moribunda apenas puede apuntalar un imperio tratando de impedir su desmoronamiento. Es por ello que la suerte de las potencias capitalistas está echada, más allá de los reveses o victorias militares que se produzcan sobre el terreno.
    Ya ha elegido bando la burguesía lituana, así pues, que a quien Dios se la de, San Pedro que se la bendiga.

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