En los últimos meses, mercenarios apoyados por Estados Unidos e Israel han saltado a las calles de Irán, matando a varios civiles y miembros de la policía, al estilo de lo que ya ocurrió en 2014 en la Plaza Maidan de Kiev.
Muchos de ellos han sido detenidos y juzgados. Algunos han admitido los delitos que cometieron. No sólo han confesado voluntariamente los asesinatos, sino que también han sido identificados en vídeos y fotos que se han hecho virales en las redes sociales.
Uno de ellos es Mohammad Mehdi Karami, un kurdo que ha aparecido en las redes sociales en los últimos días. Los medios de comunicación controlados por los imperalistas y los sionistas han emprendido una virulenta campaña contra Irán, calificando de “matanza” las ejecuciones relacionadas con los disturbios.
Recientemente se publicó una entrevista con el padre de Karami en la que expresaba su preocupación por la suerte de su hijo. Los medios de comunicación y las redes sociales empezaron a difundir extractos de la entrevista, afirmando que había sufrido abusos, palizas, torturas y violaciones (*).
Los medios de comunicación decían que Karami había sido campeón de kárate y que había participado en “manifestaciones pacíficas” contra el gobierno de Teherán. Su condena a muerte se dictó como consecuencia de las protestas.
Nada más lejos de la verdad. En un vídeo Karami confesó haber participado en el asesinato de Sayed Ruhollah Ajamian, miembro de las milicias populares que defienden al gobierno de Teherán.
A principios de noviembre, Ajamian fue brutalmente golpeado y arrastrado vivo por la calle por unos 30 mercenarios en la ciudad de Karaj y después apuñalado hasta la muerte.
Karami describió que él y otros mercenarios asesinaron a Ajamian a sangre fría y detalló el incidente ante el tribunal en presencia de la familia de la victima. “Le golpeé con una piedra en la cabeza y luego le di tres puñetazos. Cayó al suelo y un tipo le dio una fuerte patada en el costado y en el tronco”.
También admitió que los mercenarios portaban cuchillos, lo que desmiente el carácter pacífico de las manifestaciones.
En un vídeo que circuló por las redes sociales tras el asesinato, se ve a Karami pateando a Ajamian en la cara con los pies y arrastrándolo por el asfalto, mientras alguien grita “¡basta!, ¡basta!”.
En su descargo, Karami dijo que había sido engañado por las campañas de los medios de comunicación extranjeros, que le habían atraído a él y a sus amigos.
Majid Reza Rahnavard, ejecutado hace unos días por matar a dos milicianos en Mashhad, declaró en un vídeo que había sido influido por Karimi y manipulado emocionalmente.
La pena de muerte de Karami no se dictó por participar en una manifestación, sino por cometer un asesinato deliberado, y en tales casos la mayoría de países del mundo imponen la pena de muerte.
(*) https://www.iranintl.com/en/202212108015