¿Hasta qué punto interviene Israel en la Guerra de Yemen?

Netanyahu rodeado de judíos yemeníes
Hace unas semanas el ejército yemení y Ansarollah desmantelaron una célula de 17 somalíes y etíopes. Eran emigrantes expulsados de Israel a los que el Mosad les asignó misiones de espionaje en Yemen.

Los agentes tenían dispositivos de escucha, discos duros láser que contenían datos relacionados con dirigentes estadounienses y comandantes, así como instituciones militares y civiles yemeníes. Durante el interrogatorio, los acusados confesaron haber sido reclutados por el Mossad.

Israel juega en Yemen un juego sucio al que no es ajena la expulsión masiva de emigrantes de origen africano. La guerra que Arabia saudí desató contra Yemen  en 2015 y que está decidida a continuar a toda costa, no beneficiará sólo a Riad. En un artículo reciente, el sitio israelí Walla menciona los “intereses compartidos por Arabia saudí, Estados Unidos e Israel” en Yemen, que no son ajenos a Palestina, Líbano, Irak y Siria. Se trata de intereses vinculados a la importancia estratégica del Mar Rojo y del estrecho de Bab El-Mandeb, lo que explica también la hostilidad de Israel y Arabia saudí hacia Ansarollah. Según Walla, Israel podría incluso estar tentado de involucrarse directamente en la guerra yemení, ya que esta región es estratégica.

El sitio británico Liberty Fighters analiza uno de los ataques aéreos israelíes en Yemen más prominentes del año pasado, el que, según Al-Assiri, el anriguo portavoz de la coalición saudí, atacó “una de las bases de Ansarollah en Táez, en el Yemen occidental”. En ese momento, el general saudí había llegado a expresar el deseo de que la guerra en Yemen sirviera de catalizador para la normalización entre saudíes e israelíes, ya que “las conversaciones secretas se han mantenido durante mucho tiempo sobre el apoyo israelí a nuestras operaciones militares en Yemen”.

A los ojos de Israel el estrecho de Bab El-Mandeb es un paso vital hacia Asia, que “podría llegar a ser inevitable en caso de tensiones comerciales con Europa”, decía Walla. “Pero también está el Canal de Suez. Rodeado de países árabes, Israel siempre se centra en los estrechos marítimos de la región, ya que los necesita para sus vínculos comerciales con el resto del mundo”. Por eso Tel Aviv busca un aliado, incluso un aliado en la sombra, como Riad, que le permita continuar su esfuerzo bélico en Yemen. Aunque Israel actualmente no está directamente involucrado en la guerra, puede decidir involucrarse en la lucha contra Ansarollah, en cuyo caso la forma más segura serían los ataques aéreos.

Más adelante Walla hace un claro llamamiento a la Fuerza Aérea israelí para que desempeñe “un papel más activo” en Yemen, donde “la aviación saudí no siempre funciona con éxito”. El sitio no duda recurrir al argumento de que Israel recurre a toda clase de tapaderas para justificar su injerencia en todo el mundo musulmán: “Yemen se encuentra en la ruta iraní de tránsito de armas y municiones hacia el Líbano y la Franja de Gaza, lo que explica la necesidad de la intervención militar de Israel en ese país”.

El columnista de Yediot Aharonot, Alex Fishman, también habla sobre el interés de Israel en la Guerra de Yemen: “Es una oportunidad de oro para Tel Aviv, ya que esta guerra podría traer ganancias estratégicas”. A Fishman le interesa el puerto de Al-Hudaydah, que es “el más importante del Mar Rojo”. Si Arabia saudí logra capturar Al-Hudaydah, será una bendición para Israel, porque es el puerto que domina el tráfico marítimo en el estrecho de Bab El-Mandeb. Según el analista israelí, “el control de los huthies sobre la capital Sana y su ascenso al poder en otras provincias estratégicas es algo malo, ya que el control de Bab El-Mandeb escapará definitivamente de Riad y Tel Aviv”.

Israel, cuya industria armamentista lucha por asegurarse una cartera de clientes digna, tiene otros intereses en Yemen. Especialmente después de los enfrentamientos militares de los últimos años, que han demostrado los límites técnicos de misiles, escudos antimisiles e incluso aviones de combate israelíes. Las monarquías del Golfo Pérsico son una presa potencial para esta industria en declive.

La Guerra de Yemen proporciona el pretexto necesario para incrementar la venta de armas israelíes a las monarquías del Golfo Pérsico. En un artículo reciente, Yossi Melman, columnista del diario israelí Maariv, informaba sobre la presencia de traficantes de armas israelíes en los Emiratos Árabes Unidos y citaba a uno de ellos, Mati Kochavi, responsable de varios contratos por valor de cientos de millones de dólares. Israel ha proporcionado a los Emiratos lo suficiente para proteger sus yacimientos petrolíferos y sus fronteras marítimas. Melman reconoce que la cooperación militar de los Emiratos Árabes Unidos con Israel ha reciclado a muchos militares israelíes retirados que antes trabajaban para el Mossad.

https://french.almanar.com.lb/789149

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