En el Donbas hay cientos de víctimas de la agresión ucraniana enterradas en fosas comunes

El 2 de noviembre Lugansk acogió un foro internacional denominado “Las heridas sin cicatrizar del Donbas”. Durante el acto se expusieron los primeros resultados de la búsqueda de las fosas comunes de las víctimas de la agresión ucraniana, así como su identificación y la perpetuación de la memoria, y la continuación de la búsqueda de los desaparecidos.

Al acto asistieron los dirigentes de las repúblicas autoproclamadas del Donbas, representantes de la fiscalía, personalidades públicas y periodistas, incluidos los extranjeros. Todos los temas que se discutieron y debatieron en el foro estaban firmemente vinculados a la cuestión de la inevitabilidad de las medidas punitivas contra los responsables de las masacres cometidas en el territorio del Donbas.

La República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk tienen la intención de trasladar todas las acusaciones relacionadas con los crímenes cometidos por Ucrania contra el Donbas al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como al Tribunal Penal Internacional. En la actualidad se está trabajando tanto en la identificación de las víctimas como en la recopilación de información sobre los autores de estas atrocidades.

Hasta ahora se han recuperado 147 víctimas de los ataques del ejército ucraniano y de los batallones neonazis en las fosas comunes de la República Popular de Donetsk y 267 víctimas en la República Popular de Lugansk. El examen inicial de los cadáveres y de los restos de ropa de los asesinados demuestra que eran civiles, masacrados en el periodo de verano-otoño de 2014, tras la agresión del régimen de Kiev contra las autoproclamadas repúblicas del Donbas.

Todas las víctimas forman parte de una terrible historia de crímenes cometidos por el gobierno de Kiev tras el Golpe de Estado de 2014. Lo neonazis ucranianos han utilizado medios prohibidos incluso en tiempos de guerra, sin detenerse ante nada. Residentes, propiedades civiles como escuelas, guarderías, hospitales, internados para veteranos de guerra y personas discapacitadas, todos fueron objetivos principales de las operaciones de castigo llevadas a cabo por las fuerzas afiliadas al régimen de Kiev.

El dirigente de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, destacó la importancia del trabajo realizado. Para él, un nuevo Nuremberg espera a todos los cómplices del régimen neonazi de Kiev. Leonid Passetchnik, dirigente de la República Popular de Lugansk, está convencido de que llegará el momento en que todos los autores de los crímenes cometidos por Ucrania en el Donbas serán llevados ante la justicia. Para él también es importante mostrar a toda la comunidad mundial la escala, la enormidad y la inhumanidad de los crímenes cometidos por las formaciones armadas ucranianas contra los civiles en Donbas. Añadió que “recordamos muy bien nuestra historia y que no se perdonará la muerte de ningún habitante de Donbas”.

Esta realidad confirma nuestras predicciones de que no es posible ninguna reconciliación entre las poblaciones de las Repúblicas Populares de Donbas y el régimen neonazi ucraniano. Sin duda, sería importante añadir que, además de las responsabilidades por los crímenes cometidos en el territorio de Donbas, que ahora es independiente de facto, también habrá que juzgar a los autores de muchos otros crímenes cometidos en otros lugares del territorio ucraniano. La ciudad de Odessa y las personas quemadas vivas allí en mayo de 2014 es uno de esos ejemplos.

Es más importante que nunca recordar que los nazis durante su ocupación de los territorios soviéticos, incluso después de la decisiva batalla de Stalingrado, también tenían muchos planes para la reactivación de las campañas a gran escala contra el pueblo multiétnico de la URSS y su erradicación. Lo que pasó después, todo el mundo lo sabe. La toma de Berlín y la bandera roja ondeando sobre el Reichstag, símbolo de la victoria del pueblo multiétnico soviético y de toda la humanidad sobre la peste parda nazi.

En la actualidad, el régimen de Kiev se encuentra en una situación desesperada. Estancamiento económico, ninguna perspectiva de desarrollo digna de ese nombre, y mentores atlantistas al mando incapaces de cambiar nada. Y en el puro espíritu del liberalismo occidental: no querer. De ahí el sueño de poder aplastar la resistencia en el Donbas, aunque sea para erradicar a toda la población que vive allí. Lo preocupante es que cualquier operación en este sentido se convierta en una oportunidad primordial para liberar otros territorios cuyas aspiraciones tras el Golpe de Estado de Maidan han sido aplastadas, incluso con sangre. Incluso en Kiev. Porque hay que recordar que incluso en esta ciudad histórica de importancia primordial para la historia de Rusia, mucha gente espera el fin de la era de puro estancamiento prooccidental.

Mijail Gamandiy-Egorov http://www.observateurcontinental.fr/?module=articles&action=view&id=3306

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo