El jueves Ecuador impuso la vacunación obligatoria para los mayores de cinco años (*). Hasta ahora sólo un puñado de países habían establecido la obligatoriedad de la vacunación, como Austria (que se implementará en febrero del año que viene), Tayikistán, Turkmenistán o Indonesia. Pero se trataba de inocular a la fuerza exclusivamente a los adultos.
El gobierno de Ecuador ha avanzado un poco más en este delirio. Ya no es suficiente que se hayan vacunado completamente el 69 por cien de los ecuatorianos. Hay un problema: sólo el 4 por cien (900.000 personas) ha solicitado una tercera dosis y hay que seguir vendiendo el fármaco.
Ecuador tiene a un banquero, Guillermo Lasso, al frente del país y las consecuencias son evidentes: la vacunación obligatoria no es más que política económica. La decisión se ha tomado para sacar el dinero del FMI (800 millones de dólares de un acuerdo de 6.500 millones en 27 meses).
Como siempre, las aportaciones financieras del FMI están condicionadas a una política económica que tiene los mismos fines que en el resto del mundo:
- privatizaciones y destrucción del sector público
- reducción de las vacaciones de los funcionarios de 30 a 15 días al año
- los trabajadores de las empresas públicas tendrán que entregar al Estado un día de salario al mes
- reducción del 20 por cien de las retribuciones de los funcionarios contratados
La semana pasada el pasaporte de vacunación se hizo obligatorio para poder acudir a eventos públicos, acceder a centros comerciales, restaurantes, cines o teatros, donde se redujo el aforo a la mitad.
La mortalidad ha sido casi inexistente en el país sudamericano y las restricciones sanitarias no tiene otro objeto que ampliar el mercado de Pfizer y Sinovac. Es necesario “que las vacunas estén cada vez más disponibles”, manifestó un “experto en epidemiología” del Fondo Monetario Internacional.
El 22 de julio apareció un pico de mortalidad que corresponde al estado de emergencia declarado en el momento de la revuelta de los presos. En cualquier caso, esas muertes se clasificaron como muertes por coronavirus.
(*) https://www.salud.gob.ec/ecuador-declara-obligatoriedad-vacunacion-contra-covid-19/
No hay quién pueda con ellos. Lo tienen todo. Tienen los medios de desinformación a su servicio, las fuerzas armadas: incluidas las antenas 4-G y 5G que están utilizando como armas (véase: https://m.twitch.tv/videos/1238114168 y https://m.twitch.tv/videos/1236226751), la inteligencia y junto con ella la voluntad inquebrantable de dominar a los demás sin importar si para ello deben de utilizar medios extremos y, además, la obediencia ciega y sumamente estúpida de gran parte de la población por ellos manipulada (sus creyentes dopados por las RTVs, el moderno y más eficaz opio del pueblo).
No puedo coincidir en la afirmación:
«
[…] las restricciones sanitarias no tiene otro objeto que ampliar el mercado de Pfizer y Sinovac
»
Aquí aporto otro posible (y escalofriante) objetivo (básicamente detalles que demuestran el avanzado estado de la nanotecnología inyectable, capaz de monitorizar y modular un cuerpo vivo):
https://corona2inspect.blogspot.com/2021/12/backup-nanorouters.html