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| Ihor Kolomoisky |
Kolomoisky no es un actor menor, sino uno de los poderes fácticos que han llevado a Zelensky al poder. Zelensky es un actor que se hizo famoso en un canal de televisión propiedad de Kolomoisky. Tiene estrechos contactos con los israelíes y, de hecho, vive en Israel. Zelensky ha volado trece veces en el avión privado de Kolomoisky a Ginebra y Tel Aviv para entrevistarse con su jefe.
En otras palabras: lo que queremos decir es que los comentarios de Kolomoisky sobre las relaciones ucraniano-estadounidenses no son la opinión de un individuo aislado, por más oligarca que sea, sino de una facción significativa de la clase dominante ucraniana: la que Zelensky representa.
En la entrevista Kolomoisky califica de hipócrita el doble juego estadounidense y afirma que la única forma de que Ucrania salga de su depresión es acercarse a Rusia. “Son más fuertes de todos modos”, dice Kolomoisky. “Necesitamos mejorar nuestras relaciones [con Rusia]. La gente quiere paz, vivir bien, no quiere estar en guerra. Y ustedes [Estados Unidos] nos obligan a estar en guerra y ni siquiera nos dan el dinero para ello” (*).
Sin embargo, estos días en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, hay un desfile de personal del Departamento de Estado que está contando todo lo contrario: que la política estadounidense en Ucrania es ejemplar, brillante y está diseñada para ayudar a la pobre Ucrania a recuperarse y repeler la agresión rusa.
“No nos arrebataréis todo”, dice Kolomoisky al New York Times, en referencia a la solicitud de ingreso en la OTAN. “No tiene sentido perder el tiempo en conversaciones vacías. Por el cintrario, Rusia quiere proponernos un nuevo Pacto de Varsovia”.
Luego viene la coz: si finalmente Kiev une fuerzas a Moscú, entonces “los tanques rusos estarán estacionados cerca de Cracovia y Varsovia. Su OTAN estará muy preocupada y tendrá que comprar Pampers”, en referencia a una conocida marca de pañales.
Brzezinski aconsejaba utilizar a Ucrania para rodear a Rusia y Kolomoisky advirte ahora que podía ocurrir lo contrario: Rusia podría unirse con Ucrania para rodear a la OTAN en Polonia.
Ahora vuelvan a releer este artículo desde el principio, pensando que la destitución de Trump que se está escenificando los despachos de Washington tiene sus hilos en Ucrania. De ahí que en la entevista Kolomoisky salga al rescate de Trump, afirmando que no es el responsable del desastre ucraniano, sino que deriva de décadas de política estadounidense.
Ucrania es un país que se enrosca sobre si mismo como la pescadila que se muerde la cola. En 2014 el New York Times describía a Kolomoisky como un héroe en la lucha contra el antisemitismo. Al mismo tiempo el periódico israelí Haaretz decía lo contrario: era el jefe brutal de banda de nazis, es decir, antisemitas.
Los rumores dicen que han visto a Kolomoisky con una camiseta con la inscripción “Zhidobandera”, un doble insulto contra los judíos. “Zhid” es un insulto étnico y Bandera es el jefe reconocido de los nazis ucranianos.
(*) https://www.nytimes.com/2019/11/13/world/europe/ukraine-ihor-kolomoisky-russia.html