Los detenidos pueden salir a la calle, los asesinados nunca abandonan su tumba

Buscando fosas comunes en el cementerio de Dabeiba
En materia represiva, uno de los rasgos característicos del fascismo es la militarización. Al ejército se le encomiendan labores puramente internas que le transforman en enemigo de su propio pueblo, al tiempo que la policía abandona sus funciones funciona de la misma manera que el ejército: no detiene sino que asesina.

Hace varias décadas que Colombia es un ejemplo de ello, convirtiendo a la lucha antinsurgente en una carnicería. Las tropas cobran a destajo. La nómina depende del número de guerrilleros que asesinen, por lo que una manera de aumentar el sueldo es matar cuanto más mejor, haciendo pasar los cadáveres por guerrilleros, aunque se tratara de civiles. Los llaman “falsos positivos”.

Recientemente se ha descubierto una fosa común en Dabeiba, Antioquía, con más de 100 cadáveres, todos ellos “falsos positivos”, esto es, masacrados por a chusma mercenaria para cobrar su recompensa. Es la mayor hallada hasta la fecha.

Un militar que ha declarado ante los jueces dijo que entre 2005 y 2007 el ejército colombiano presentó en la zona hasta 75 “resultados” ilegítimos, o sea, que encubrieron crímenes comunes en masa como si fueran combates con la guerrilla.

Declaraciones posteriores de algunos testigos han llevado a ampliar la zona de búsqueda. Gracias a la información dada por una persona sobre una fosa de la que tenía conocimiento, aparecieron dos cadáveres que vestían uniformes de camuflaje y portaban insignias militares, un señuelo para camuflar los “falsos positivos”.

Hace un mes el testigo sobrevivió a un atentado en el que recibió cinco impactos de bala, por lo que los asesinatos no van a parar. Se cumple así lo que dijo Brecht en su poema: primero fueron a por los guerrilleros, luego a por los civiles y ahora ya matan a los testigos que se atreven a denunciar.

Algunas organizaciones sospechan que podría haber otras 16 fosas parecidas en otras regiones, que se sumarían a las “ejecuciones extrajudiciales”, un tecnicismo para aludir a los guerrilleros asesinados para no detenerlos. ¿Para qué? Los detenidos pueden salir a la calle; los asesinados nunca abandonan su tumba.

En España los fascistas dieron un buen ejemplo de ello. No les bastó con matar en la guerra y siguieron matando en la posguerra, una veces con juicios y otras sin él.

La diferencia es que en un país, Colombia, se abren las fosas; en el otro, España, se mantienen tapadas y bien tapadas.

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