Rusia saldrá de la guerra como triunfador militar y político

Ucrania ha perdido la guerra. Es algo obvio desde el principio, pero es bueno que cada vez haya más que se rindan ante lo inevitable. Ahora el diario británco The Guardian admite que el ejército ruso está preparado para una ofensiva inminente en mayor medida que el ucraniano para la defensa. La moral de las tropas ucranianas, asegura el periódico, está por los suelos y la tasa de suicidios es muy elevada (1).

El diario alemán Die Welt también arroja la toalla: “¿Hasta qué punto es realista una victoria ucraniana? Es casi imposible que Ucrania salga victoriosa de esta guerra”, reconoce el periódico (2). Para Zelensky la victoria significa la reconquista de todos los territorios ocupados, incluida Crimea. Pero en las circunstancias actuales “eso es imposible. Rusia ocupa actualmente cerca del 18 por cien del territorio ucraniano. Es más probable que este valor aumente que disminuya en el futuro”, concluye Die Welt.

En los debates de las últimas semanas, por fin, ha quedado claro que Estados Unidos, Alemania y otros aliados de la OTAN sólo sostienen a Ucrania para que no tenga que capitular inmediatamente. Temen más la propagación de la guerra al territorio de la OTAN que la amenaza que suponen para la seguridad occidental las ganancias territoriales rusas. “Cuanto más potentes, letales y precisas sean las entregas de armas, mayor será el riesgo de que se produzca un efecto contagio”, sostiene Die Welt.

Rusia ha destruido hasta ahora entre el 60 y el 70 por cien de las infraestructuras críticas de Ucrania, que no va a recibir de Occidente suficientes sistemas de defensa antiaérea para detener los bombardeos rusos. El ejército ruso dispone de un enorme arsenal de misiles y drones. Por el contrario, Ucrania es cada vez menos capaz de reparar las infraestructuras destruidas: el material para ello es cada vez más escaso y tendría que ser suministrado por Rusia. Sin energía suficiente, cada vez será más difícil abastecer al ejército y la población ucranianos.

El ejército ruso está tratando de contrarrestar las armas de precisión occidentales a gran escala y dispone de recursos suficientes para ello. Esto es especialmente cierto en el sector de los tanques. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, pronto Rusia dispondrá de 4.000 carros de combate, una masa le abrumadora que no sólo supone un gran riesgo para los carros Leopard occidentales, sino que también permite a Rusia continuar la ofensiva.

Ucrania se está quedando sin soldados mientras continúa la guerra. Ya ha iniciado la octava oleada de movilización, con el envío al frente de hombres de más de 60 años. Por su parte, Rusia desplegará en breve 200.000 nuevos soldados, y este verano, dice Die Welt, podrían llegar otros 500.000 más. Moscú tiene un potencial de movilización de unos 30 millones de reservistas.

Rusia saldrá de esta guerra no sólo como vencedor militar con ganancias territoriales, sino también como vencedor político. La recuperación económica de Ucrania será considerablemente más difícil de lo previsto. Tras un alto el fuego o las negociaciones de paz, la entrada en la OTAN quedará descartada indefinidamente, y la adhesión de Ucrania a la Unión Europea tardará, en el mejor de los casos, mucho más de lo que Kiev necesita actualmente.

Con las entregas prometidas de carros de combate -Ucrania había pedido 300, sólo recibirá unos 130-, es probable que no pueda lanzar con éxito contraofensivas cerca de Kreminna y, sobre todo, de Zaporiya para cortar los suministros a las tropas rusas en Crimea. Ucrania necesita más misiles de corto y largo alcance (ATACMS), más vehículos blindados de transporte de tropas (100 prometidos, 500-600 solicitados por Kiev), más sistemas de artillería (70 prometidos) y más equipamiento militar.

“A Kiev se le acaba el tiempo y Occidente está a la espera”, concluye el periódico alemán. Por temor a cruzar las “líneas rojas” fijadas por Rusia, Europa y Estados Unidos tampoco hacen nada para bloquear las comunicaciones por satélite rusas, lo que dificultaría gravemente la capacidad de ataque de Moscú.

Cualquiera que hable con diplomáticos occidentales oye hablar cada vez más del temor a una escalada y de la esperanza de un rápido alto el fuego. En ese alto el fuego es donde culmina el compromiso de Occidente. El resultado será una Ucrania amputada, pronostica Die Welt.

(1) https://www.theguardian.com/world/2023/feb/02/russian-forces-could-regain-initiative-as-ukraine-war-drags-on
(2) https://www.welt.de/debatte/kommentare/plus243530139/Ukraine-Warum-es-fast-ausgeschlossen-ist-dass-Kiew-noch-siegt.html

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