Esto con Franco no pasaba (*)

Nicolás Bianchi

Oigo -y veo en la tele- al podemita Iñigo Errejón decir, a propósito de la entrevista entre el opusdeísta ministro de la porra, un tal Noséquién, en sede ministerial, con el «imputado» R. Rato, que eso, entre otras cosas, «es una burla al Estado de Derecho», o sea, que, colegimos, da por buena la existencia de tal rule of law, así en inglés, y no dice, no dirá, ni se le ocurre, y si se le ocurre, calla como puta, que esa entrevista es una prueba más ¡¡DE LA INEXISTENCIA DE TAL ESTADO DE DERECHO!! Y no es que los que pensamos que en el Estado español impera el fascismo más o menos maquillado nos pongamos contentos porque pensemos que estas minucias y excrecencias nos den la razón, ya que el fascismo es otra cosa.

O la burla, auténtica burla al pueblo, al que se le roba lo que es suyo, que retrata, por si hacía falta, a las vacaciones (pagadas) en Punta Cana del exministro Wert (aparte de su lujoso apartamento en París) de verdaderos parásitos (como el «vendepatrias» canario ministro Soria) que chantajean a su propio Gobierno diciéndole que, de acuerdo, putearán todo lo que puedan al personal y correr con la crítica, pero para eso tenemos la cara de cemento y va en el guión y, sobre todo, en la nómina, pingüe nómina (la LOMCE, etc. ), pero al precio de ser «premiados» con lo que estamos viendo, si no, cuidado conmigo. Puedo imaginar a Rato -como a Bárcenas– entrando en el despacho del ministro este de los cojones, a voz en grito, diciéndole qué hay de y con lo mío, mecagoendios, ¿qué estáis tramando? ¿me queréis ver en la cárcel, aunque sea unos meses? Pues va a ser que no, a ver cómo me lo arregláis o muero matando, que somos de la misma pasta.  O igual no ha sido así el «encuentro» y han hablado del tiempo…

Si no pasaran estas cosas, no estamos seguros de qué vivirían -políticamente hablando- estos otros vividores que pasan por ser de «izquierda radical» y son la penúltima maniobra del sistema para seguir dando pedales y no se caiga la bicicleta del capitalismo.  Si les pones enfrente a un tarado como Marhuenda, se sienten cómodos y hasta se sienten de «izquierdas», pero no les pongas enfrente a un tío de izquierdas de verdad, ah, no, esto no, a esto no jugamos, es más: los denunciaremos.

Y no faltará el cínico que diga que estas cosas pasaban con Franco, pero se silenciaban y callaban, lo que es cierto, pero lo bueno que tiene la «democracia» -que el pueblo español se ha dado y cuyo motor fue el rey Juan Carlos, que no falte el sentido del humor- es que también pasan, ¡¡pero se publican!! O sea, que lo importante no es que haya corrupción, sino que ésta se publique. Luego alguno purgará -para redimir al resto de mangantes- para aparentar que aquí funciona ese «Estado de Derecho» que tanto añora Errejón. Y a otra cosa, mariposa, que diría Espe Aguirre (la tuteamos porque, para este blog, es un crack y una especie a proteger en vías de extinción: Espe, te queremos, que lo sepas.)

Moraleja: hay corrupción, sí, pero se denuncia (aunque nadie vaya al trullo):  ¡¡¡esa es la grandeza de la democracia, del Estado de Derecho!!! Qué gran esperpento escribiría el gran -aunque menudo era- Valle Inclán si viviera estos tiempos de molicie y ya, apenas, sin gracia. O maldita la gracia.

* Espero que se entienda -lo que no dudo- la ironía del título.

comentario

  1. Estado de derecho para banqueros, políticos y burgueses y el Estado de desecho para la clase obrera, oiga pero en España tenemos Democracia nos venden día a día los medios de comunicación al servicio del capitalismo.

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