Mao la cagó durante su visita a Stalin en 1949

Juan Manuel Olarieta

Tim Spector es profesor de una disciplina a la que llaman “Epidemiología Genética” en el King’s College de Londres y ha escrito un artículo (1) que, como cabe esperar, está a la altura de las seudociencias británicas más afamadas y quizá por ese mismo motivo ha sido traducido al castellano (2) para que no perdamos detalle. El profesor británico plantea el famoso dilema que -seguro- tanto atormenta a nuestros lectores desde que tienen uso de razón:

¿Pueden los excrementos revelar los secretos de nuestra personalidad?

Para profundizar en tan apasionante quebradero de cabeza, el profesor Spector empieza contando un famoso cuento chino que se remonta a la visita que Mao le hizo a Stalin en 1949, poco después de la revolución china.

Las seudociencias a las que Spector es tan aficionado relatan que para demostrarle quién era el verdadero jefe, Stalin le hizo esperar a Mao varios días antes de dignarse a recibirle.

Sin embargo, las últimas revelaciones más fehacientes de la historia dicen que ese no fue el verdadero motivo de la espera. El avieso Stalin estaba cebando a Mao para recoger sus cagadas en un retrete especial y poder analizarlas luego atentamente.

La fuente de tan asombroso descubrimiento es el antiguo espía soviético Ivor Atamanenko. Por fin se ha hecho la luz sobre la demora que tanto llegó a enfadar a Mao con su “jefe” Stalin.

Es evidente que a los universitarios británicos les gusta hurgar en las cloacas y utilizan la ciencia soviética según les conviene. La mayor parte de las veces es para hablar sobre el atraso, el desastre y la represión contra los científicos, pero en este caso no es así, sino todo lo contrario. La ciencia soviética estaba tan avanzada que era capaz de determinar el intelecto de cualquier persona, incluido Mao, buscando los componentes químicos de su mierda.

Según tiene uno la cabeza así caga. La composición química de nuestras deposiciones depende de nuestra manera de ser. Si el lector es un tipo tranquilo no cagará lo mismo que un tipo colérico porque tiene el triptófano alto.

Si en las cacas de Mao los científicos soviéticos detectaban una falta de potasio era señal de que estaba nervioso y sufría de insomnio, que para Stalin era un dato fundamental que debía conocer antes de enfrentarse a una entrevista con el dirigente chino.

Pero la pregunta del millón es: ¿cuál era la composición química de las heces de Mao? El profesor Spector no responde a la pregunta, que es la decisiva. Me ha dejado en un sinvivir y desde ahora mismo me comprometo a buscar en los archivos soviéticos los resultados de los análisis de las cacas de Mao, porque ahí está el secreto de todo. Seguro.

El resto del artículo del profesor Spector está a la altura de su diarrea intelectual. Es posible que el repertorio de sus cacas le suene al lector, una detrás de otra. Por ejemplo, esa de que “Stalin prohibió la genética clásica”.


Spector, no seas cagalera: si Stalin lo prohibió todo, ¿cómo no iba a prohibir también la genética “clásica”?

Sin embargo, las diarreas del universitario británico le llevan al típico atolladero en que se meten todos los que padecen colitis severas: en 1949 no se conocían medios lo suficientemente precisos como para medir diferenciales de triptófano de ninguna muestra, ni de mierda ni de nada.

Las cacas, lo mismo que las meadas, son un buen indicador del estado de salud de una persona, pero nada dice acerca de la personalidad del que se sienta encima del orinal.

Cuando uno llega al final de muchos artículos, esa parte que no se lee por puro aburrimiento, se encuentra con sorpresas. También el profesor británico acaba al revés de como empieza: “Puede que el experimento de Stalin no fuese algo tan demencial al fin y al cabo”.

¿En qué quedamos?, ¿los experimentos de Stalin eran o no eran cagadas?

Pues yo me quedo con el principio de su artículo: si Stalin se hubiera dedicado a analizar la composición química de la mierda de Mao, hubiera dado la razón a los cretinos como Spector y tantos otros profesores universitario que escriben sin ningún conocimiento de causa.

(1) https://theconversation.com/science-and-stalins-crap-grab-can-excrement-reveal-the-secrets-of-our-personalities-53946
(2) http://m.magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/el-experimento-de-stalin-pueden-los-excrementos-revelar-secretos-de-nuestra-personalidad

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