Mambrú se fue al fútbol

Bianchi

Y no a la guerra, como cantaban los niños franceses haciendo mofa del inglés Duque de Marlborough (españolizado en «Mambrú»). Y es que tal parece que vaya uno a la guerra, y no a un estadio de fútbol (o «furbo», que diría Villar), a juzgar por las medidas de seguridad adoptadas «por las autoridades» (que estarán en el palco) en el clásico Real Madrid-Barcelona del sábado día 21.

Haremos una pequeña revistilla de prensa donde reproduciremos los párrafos que se nos antojan más significativos. Todos son del sábado, 21. Empezaremos por el matutino diario catalán «La Vanguardia» (con Franco «La Vanguardia Española») donde se dice que «el estadio madridista estará rodeado por tres perímetros de seguridad, donde operarán en total 1. 200 policías nacionales y unos 1.200 agentes privados contratados por el club blanco. A este personal hay que añadir otros agentes de la policía municipal, así como trabajadores de servicios sanitarios». Continúa el editorial con algo digno de subrayar, lean y juzguen ustedes: «La seguridad -dice el rotativo de los Godó- se presenta a menudo como un enemigo de la libertad. Y es verdad que el aumento de una comporta en ocasiones la restricción de la otra. PERO EN ESTA OCASIÓN VAN DE LA MANO» (mayúsculas mías). Suena al latinajo «excusatio non petita…», pero bueno. Y acaba aleccionando al aficionado con este aplastante argumento: «Los aficionados deben ser conscientes de la coyuntura por la que atravesamos. Y, por tanto, deben estar dispuestos a admitir incomodidades en la fase previa al encuentro. Todo indica que así será, que habrá cacheos generalizados y también colas, en un estadio a rebosar». O sea, jódete y baila.

El tabloide catalán, afín al PSOE-PSC, «El Periódico» titula su editorial de manera harto explícita «Blindaje en el clásico del fútbol español» donde podemos leer que «(…) además de ese visible cordón de seguridad se han hecho públicas recomendaciones sobre la conveniencia de llegar con tiempo suficiente al estadio y de no acudir con mochilas y bolsos de grandes dimensiones ( …) Entramos -continúa y remarco esto- en unos tiempos en los que asistir a un espectáculo masivo estará acompañado, todavía más, de un inevitable rigor en el control, QUE PIDE LA MÁXIMA COLABORACIÓN Y COMPRENSIÓN DEL PÚBLICO» (mayúsculas otra vez mías). O sea, que nos van mentalizando … Propósito muy loable, ciertamente. Típico de gente civilizada.

Pero dejémonos de sarcasmos y vayamos al grano porque, como editorializa el monárquico y vetusto «ABC», asistimos -es el titular- a algo que es «MÁS QUE UN PARTIDO, MÁS QUE FÚTBOL» donde se espiga alguna perla como que, para los despistados, «el Estado está poniendo de su parte unos recursos policiales sin precedentes (…) Las aficiones han sido emplazadas a acudir con tiempo al campo porque los cacheos van a ser exhaustivos. Alcantarillado y pisos en alquiler alrededor del estadio madridista han sido revisados al milímetro».

Una vez aliviados, ABC va a lo que le interesa y dice: «Por eso, nadie debe contribuir a generar más tensión de la ya acumulada desde hace una semana, cuando unos grupos terroristas asesinaron a decenas de ciudadanos en el centro de París. Esta petición concierne a las dos aficiones, pero especialmente -y aquí vienen mis mayúsculas- A AQUELLOS AFICIONADOS DEL BARÇA (sic) QUE QUIERAN EXHIBIR LAS BANDERAS SEPARATISTAS DE LAS BARRAS Y LA ESTRELLA». Y remata la faena de aliño con un «al margen de su ilegalidad, la presencia de ‘esteladas’ (comillas de ellos) en el Bernabéu sería un ACTO DE PROVOCACIÓN INTOLERABLE» (mayúscula mía, que se echaban en falta ya).

Bien, ya avisados, el diario EL PAIS nos aconseja cómo debemos ir al ver el -que ahora les ha dado por llamar- «clásico». Presten atención. Las medidas de seguridad, en un partido calificado de «alto riesgo» serán «extremas». Los controles -leemos- empezarán desde el jueves (pasado, se entiende), con registros en el perímetro del estadio con perros adiestrados en la detección de artefactos explosivos. El día del partido -el sábado, a las 18. 15- se dispondrán tres anillos de seguridad en torno al recinto para cachear minuciosamente a cada uno de los asistentes. Como anunció la delegada del Gobierno en Madrid, «SE EXAMINARÁN HASTA LOS BOCADILLOS» (subrayado mío, sí). Estos controles provocarán que las puertas del estadio blanco se abran, de manera excepcional, tres horas antes del partido. En los tres anillos de seguridad se le solicitarán a los aficionados la entrada del partido, el abono y el carnet de identidad o pasaporte como identificación. En todas la puertas de acceso -continúa lo que es información y no editorial- se colocarán detectores de metales y se activarán las medidas habituales estipuladas por Antiviolencia para los encuentros calificados de alto riesgo, como la separación de aficiones en el desplazamiento y la ubicación en el estadio o la grabación de la totalidad del graderío PARA VIGILAR LOS MOVIMIENTOS Y EL COMPORTAMIENTO DE LOS ESPECTADORES (adivinen quién subrayó). Para agilizar el exhaustivo proceso de registros e identificación, la policía aconseja llevar los elementos básicos (teléfono, cartera y llaves), prescindiendo de mochilas, bolsas, ordenadores y otros dispositivos electrónicos como los que hay que separar del equipaje en los controles de los aeropuertos.

Tome aire el lector, respire, que acabaremos con una «firma», es decir, una pluma de prestigio, que se dice. Se trata del director de «AS», Alfredo Relaño, que nos dice que «hoy -por el sábado- será un poco más incómodo acudir al fútbol, pero merecerá la pena. Lo suyo (o sea, lo de la plebe aficionada, supongo que se referirá Nota mía. Bianchi), ya saben, es ir pronto (…) Y OBEDECER Y RESPETAR A LAS AUTORIDADES EN LOS CACHEOS Y REGISTROS» (ya ni me molesto en decir de quién son las mayúsculas). Y nada de protestar porque, nos instruye Relaño, sería «injusto para con la persona que está haciendo su trabajo en favor de la seguridad de todos. En los tiempos que corren ES MÁS NECESARIO QUE NUNCA OBEDECER A LA AUTORIDAD Y RESIGNARSE A UNAS MEDIDAS DE SEGURIDAD NUEVAS, EN CIERTOS CASOS EXTREMAS».

No queremos fatigar más al lector. Ni tampoco sacaremos conclusiones -no por falta de ganas- salvo una, a saber: ¡¡¡que les den mucho por el bul y que vaya al fútbol su puta madre !!! Y es que van a acabar hasta con la droga del pueblo.

Buenas tardes.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo