Los neonazis ucranianos están adiestrados por militares canadienses

En enero el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció la ampliación por tres años de la operación Unifier de apoyo al ejército ucraniano. Si Rusia no lo hubiera impedido, Canadá habría duplicado el número de efectivos de su ejército sobre el terreno hasta alcanzar los 400.

Trudeau insistió en que la misión de Canadá no era de combate, sino de formación y educación. Desde que comenzó la misión en 2015, Canadá ha entrenado a unos 33.000 soldados ucranianos, incluidas unidades neonazis de distintos colores.

El año pasado la Universidad George Washington de la capital estadounidense publicó un estudio sobre la presencia de otro batallón neonazi, “Centuria”, en la Academia Militar de Ucrania Hetman Petro Sahaidachny (1). Luego los matones de “Centuria” presumieron en las redes sociales de haber recibido entrenamiento de los militares canadienses y de otros países occidentales (2).

La Academia militar ucraniana cuenta con asesores militares canadienses a tiempo completo y un “aula delta” de alta tecnología patrocinada por el gobierno canadiense.

La misión de “Centuria” es transformar del ejército ucraniano un instrumento para la defensa de la “identidad cultural y étnica” de los pueblos europeos, un principio que no encaja exactamente con el multiculturalismo de Trudeau. El grupo afirma que sus miembros sirven como oficiales en varias unidades del ejército ucraniano.

En abril de 2020, “Centuria” elogió a la división ucraniana 14 Waffen Grenadier que combatió en la Segunda Guerra Mundial dentro de las SS, presentando a la unidad nazi como “el símbolo que asusta a los enemigos de Ucrania”. Entre las figuras nazis veneradas por “Centuria” se encuentra el oficial belga de las SS Leon Degrelle, descrito como un “verdadero europeo”.

La política del gobierno canadiense es consustacial con el papel de su viceprimera ministra, Chrystia Freeland, de familia neonazi ucraniana, que también vivió en Ucrania durante su juventud, como ya hemos explicado en otra entrada.

El Ministerio de Defensa ucraniano se justificó diciendo que no examinaba a los aspirantes a su academia militar por sus opiniones o afiliaciones políticas. Tampoco lo hacen Canadá, Estados Unidos, Reino Unido o Francia, que ayudan a Ucrania a formar futuros oficiales nazis para su ejército.

En una declaración a CTV News cuando se publicó el estudio de la Universidad George Washington, el ejército canadienses se mostró “muy preocupado” por las revelaciones. La seguridad militar canadiense no había visto nada, no sabía nada.

“Centuria” tiene estrechos vínculos con el Batallón Azov, que opera como un destacamento de “operaciones especiales” de la Guardia Nacional de Ucrania.

Los documentos de defensa nacional obtenidos por el Ottawa Citizen (3) a través de una solicitud de acceso a la información indican que oficiales y diplomáticos canadienses se reunieron con los cabecillas del Batallón Azov en junio de 2018. Sin embargo, en 2015, el ministro de Defensa del gobierno de Harper, Jason Kenney, dijo que Azov no era más que un “pequeño número de ovejas negras” y que no recibiría apoyo canadiense (4).

Un portavoz del Ministerio canadiense de Defensa se sintió obligado a aclarar al Citizen que “Canadá no ha prestado ni prestará apoyo a Azov y sus afiliados”. Los hechos demuestran que es totalmente falso, como hemos explicado en entradas anteriores. Canadá adiestra tanto al ejército como a la policía ucraniana, como denunciamos en 2019.

Los miembros del Batallón Azov operan como un grupo parapolicial atacando regularmente manifestaciones antifascistas, figuras públicas y medios de comunicación.

El Congreso de Estados Unidos prohibió en 2018 cualquier apoyo presupuestario “para proporcionar armas, entrenamiento u otro tipo de asistencia al Batallón Azov” y mantuvo la prohibición en el proyecto de ley de presupuestos del año pasado. En repetidas ocasiones los diputados estadounidenses han pedido al Departamento de Estado que incluya al Batallón Azov en el listado de organizaciones terroristas.

Un informe de 2016 de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos detalla (5) las acusaciones de tortura y otros delitos contra el Batallón Azov durante el Golpe de Estado de 2014 y los disturbios posteriores a la anexión de Crimea por parte de Rusia.

(1) https://www.illiberalism.org/wp-content/uploads/2021/09/IERES-Papers-no-11-September-2021-FINAL.pdf
(2) https://www.macleans.ca/opinion/the-hawks-are-screeching-over-ukraine-will-cooler-heads-prevail/
(3) https://ottawacitizen.com/news/national/defence-watch/canadian-officials-who-met-with-ukrainian-unit-linked-to-neo-nazis-feared-exposure-by-news-media-documents
(4) https://www.northumberlandnews.com/news-story/5697639-no-training-for-azov-regiment-kenney/
(5) https://www.ohchr.org/Documents/Countries/UA/Ukraine_14th_HRMMU_Report.pdf

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