Los cazas soviéticos que volaban pero no luchaban

El año pasado algunos países de la OTAN, como Polonia y Eslovaquia, seguían equipados con cazas soviéticos MiG-29 Fulcrum y manifestaron su disposición a entregárselos a Ucrania poco después de que comenzara la guerra.

Eslovaquia decidió retirar los MiG-29 del servicio y empezó a negociar su entrega a cambio de cazas último modelo F-16 Vipers, cuyo suministro encargó a Estados Unidos. Mientras llegaban, Polonia y la República Checa tuvieron que crear una misión de la OTAN para proteger el espacio aéreo eslovaco.

El ministro de Defensa eslovaco, Jaroslav Naj, ha tenido que explicar por qué dejaron desprotegido su espacio aéreo (*). Los aviones eran capaces de volar pero no de luchar, ha dicho Naj. Los ucranianos viajaron a Eslovaquia una semana antes de su entrega. Los inspeccionaron y trajeron piezas de repuesto.

Los cazas soviéticos eran propensos a fallos que podrían haber sido “causados intencionadamente por técnicos rusos, que seguían presentes en la base aérea de Sliac hasta el año pasado”, asegura el ministro eslovaco.

“Basándose en nuestras sospechas la policía investigó. Había piezas en los motores de estos aviones a las que tenían acceso los mecánicos eslovacos. También había piezas a las que sólo tenían acceso los técnicos rusos. Y los defectos estaban sólo en estas piezas”, dice Naj.

Pero es palabrería. La investigación no ha demostrado nada. La oposición al gobierno ha presentado una denuncia por abuso de autoridad, considerarando que la ayuda militar a Ucrania es inconstitucional.

Sin embargo, los militares secundan al gobierno con la tonteoría de que los cazas volaban pero no luchaban. Es lo que la OTAN quiere propagar a los cuatro vientos: “Compramos [a los rusos] un motor que debía durar 350 horas. Al final, sólo voló 70 horas. ¿Qué podemos hacer con él? Puede que la mano de obra fuera deficiente, llamémoslo así. No lo sé”, dice el segundo al mando del Estado Mayor eslovaco, el general Lubomir Svoboda.

El hecho es que en 2019 el gobierno eslovaco decidió adjudicar de nuevo el contrato de mantenimiento de los cazas a la empresa rusa RSK MiG hasta este año, con la posibilidad de una prórroga adicional de un año si fuera necesario.

Otro hecho no menos llamativo: si los cazas MiG-29 no servían para el combate, ¿por qué se los entregaron a Ucrania?

(*) https://www.euractiv.com/section/politics/news/russians-may-have-sabotaged-slovak-fighter-jets-says-defence-minister/

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