¿Le interesa a China poner el yuan en el mismo lugar del dólar?

Pepe Escobar

Está en marcha un nuevo y radical cambio de paradigma. La economía de Estados Unidos podría reducirse en un 40 por ciento en la primera mitad de 2020. China, que ya ha sido la principal economía del mundo en términos de PPA (paridad de poder adquisitivo) durante los últimos años, podría convertirse pronto en la principal economía del mundo, incluso en términos de tipos de cambio.

El mundo post-confinamiento, que sigue siendo un espejismo, podría necesitar una moneda post-confinamiento. Y ahí es donde entra un candidato serio: el yuan fiduciario digital.

El mes pasado, el Banco Popular de China (PBOC) confirmó que un grupo de los principales bancos han comenzado a probar los pagos electrónicos en cuatro regiones chinas diferentes utilizando el nuevo yuan digital. Sin embargo, todavía no hay un calendario para el lanzamiento oficial del llamado Pago Electrónico en Moneda Digital (DCEP).

El hombre detrás del proyecto es el gobernador del PBOC, Yi Gang. Confirmó que además de las pruebas en Suzhou, Xiongan, Chengdu y Shenzhen, el PBOC también está probando escenarios hipotéticos para las Olimpiadas de Invierno de 2022.

Aunque el DCEP, según Yi, “ha hecho muchos progresos”, insistió en que el PBOC será “cuidadoso en términos de control de riesgos, especialmente en el estudio de los requisitos de lavado de dinero [negro] y ‘conocer a su cliente’ para ser incorporado en el diseño y el sistema del DCEP”.

El DCEP debe ser interpretado como la hoja de ruta de China para un posible, aún más revolucionario, reemplazo del dólar americano como moneda de reserva mundial. China ya está a la cabeza en la carrera por las monedas digitales: cuanto antes se lance el DCEP, mejor será convencer al mundo, especialmente al Sur Global, de que siga su ejemplo.

El PBOC está desarrollando el sistema con cuatro grandes bancos estatales, así como con los gigantes de pago Tencent y Ant Financial.

Una aplicación móvil desarrollada por el Banco Agrícola de China (ABC) ya está funcionando en WeChat. De hecho, es una interfase vinculada al DCEP. 19 restaurantes y establecimientos minoristas, incluyendo Starbucks, McDonald’s y Subway, forman parte de la prueba piloto.

China está haciendo rápidos progresos en todo el espectro digital. Se ha puesto en marcha una Red de Servicios Blockchain (BSN) no sólo para el comercio nacional sino también para el comercio mundial. Según el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT), un gran comité supervisa el BSN, incluyendo ejecutivos de PBOC, Baidu y Tencent.

Fuentes bancarias bien conectadas en Hong Kong me dijeron que Pekín no está interesado en reemplazar el dólar americano por el yuan, a causa del interés que tiene el Sur en sortearlo, especialmente ahora que el petrodólar está en coma.

La posición oficial de Pekín es que el dólar estadounidense debe ser sustituido por una cesta de divisas (dólar, euro, yuan, yen) con Derechos Especiales de Giro (DEG) aprobados por el FMI. Esto eliminaría la pesada carga del yuan como única moneda de reserva.

Pero esto puede ser sólo una táctica de distracción en un entorno de guerra de información generalizada. Una cesta de divisas controlada por el FMI siempre implica el control de Estados Unidos, que no es realmente lo que China quiere.

Lo importante es que un yuan digital y soberano puede ser respaldado por el oro. Esto aún no ha sido confirmado. El oro podría ser usado como apoyo directo, como garantía de bonos o simplemente colateralmente. Lo que es seguro es que una vez que Pekín anuncie una moneda digital respaldada por el oro, será como si el dólar americano hubiera sido sacudido por un relámpago.

Bajo este nuevo marco, las naciones no necesitarán exportar más a China de lo que importan para tener suficientes yuanes para comerciar. Y Pekín ya no necesitará seguir imprimiendo el yuan electrónicamente -y artificialmente, como en el caso del dólar estadounidense- para satisfacer las demandas comerciales.

El yuan digital será efectivamente apoyado por la enorme cantidad de bienes y servicios hechos en China, no por un imperio transoceánico de 800 bases [militares]. Y el valor del yuan digital será decidido por el mercado, como en el caso de Bitcoin.

Todo este proceso ha estado en marcha durante años y forma parte de las discusiones que comenzaron ya a finales de la década de 2000 en las reuniones de la cumbre de los Brics, en particular por Rusia y China, la principal asociación estratégica dentro de los Brics.

Teniendo en cuenta las múltiples estrategias para eludir gradualmente el dólar estadounidense, empezando por el comercio bilateral en su propia moneda, Rusia y China, por ejemplo, crearon un fondo de cooperación en yuanes hace tres años.

La estrategia de Pekín está cuidadosamente calibrada, con un enfoque a largo plazo. Además del metódico almacenamiento de oro en cantidades masivas (al igual que Rusia) desde hace siete años, Pekín ha estado haciendo una campaña para un mayor uso de los DEG [Derechos Especiales de Giro del FMI], teniendo cuidado de no posicionar al yuan como un competidor estratégico.

Pero hoy en día, el ambiente post-confinamiento se perfila como ideal para que Pekín actúe. Incluso antes de que comenzara la crisis de Covid-19, el sentimiento predominante entre los dirigentes es que China está bajo un ataque a gran escala del gobierno de Estados Unidos. La Guerra Híbrida, que ya está alcanzando su punto álgido, implica que las relaciones bilaterales sólo se deteriorarán, no mejorarán.

Así pues, aunque tenemos a China como la mayor economía del mundo, tanto en términos de paridad de poder adquisitivo como de tipos de cambio, sigue siendo la mayor economía de más rápido crecimiento, excepto en el primer semestre de 2020; es productiva, innovadora, eficiente y está en vías de alcanzar un nivel tecnológico más alto gracias al programa “Made in China 2025”, y fue capaz de ganar la “guerra popular” contra el Covid-19 en un tiempo récord. Todos los elementos necesarios parecen estar en su sitio.

Pero también hay un poder blando. Pekín debe tener al Sur Mundial de su lado. El gobierno de Estados Unidos es muy consciente de ello; no es de extrañar que la actual histeria tenga como objetivo demonizar a China encontrándola “culpable” de todos los cargos -no probados- de alentar y mentir sobre Covid-19.

Una de las principales ventajas de un yuan digital soberano es que Pekín no necesita hacer circular un yuan de papel, lo que, por cierto, queda relegado a un segundo plano en la propia China, porque prácticamente todo el mundo se está pasando al pago electrónico.

El yuan digital, usando la tecnología “blockchain” (*), circulará automáticamente, pasando por alto el casino mundial financiado y controlado por Estados Unidos.

La cantidad de moneda digital soberana es fija. Esto en sí mismo elimina un azote: la flexibilización cuantitativa (QE) y el dinero de helicóptero. Y hace de la moneda digital soberana el medio de intercambio preferido, con transferencias de moneda sin obstáculos geográficos y, como guinda del pastel, sin que los bancos cobren comisiones escandalosas como intermediarios.

Por supuesto, habrá oposición. Como en la demonización en curso de la China neo-orwelliana, por alejarse del Bitcoin y las criptomonedas, para liberarse de una estructura centralizada. Habrá aullidos de horror en el PBOC potencialmente capaz de incautar los bienes digitales de cualquiera o cerrar una cartera si el propietario no está de acuerdo con el PCCh [Partido Comunista de China].

China está a bordo, pero Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia y la India también están a punto de lanzar sus propias criptomonedas. Por razones obvias, el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el banco central de los bancos centrales, es muy consciente de que el futuro se juega ahora. Sus investigaciones con más de 50 bancos centrales son inequívocas: estamos frente a un “big bang”. ¿Pero quién ganará el primer premio?

https://www.strategic-culture.org/news/2020/05/05/get-ready-for-the-next-game-changer-the-digital-yuan/

(*) “Blockchain” o cadena de bloqueo es un método digital de cifrado que registra una determinada transacción comercial.

Más información:
– China elimina al dólar de las transacciones bursátiles
– El Banco de Rusia suspende sus compras de oro en el mercado interior

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