La ONU quiere descarbonizar el sector de la construcción

El sector de la construcción es responsable del 37 pr cien de las emisiones de CO2, en particular debido a la proporción de hormigón utilizado, según un informe de la ONU publicado esta semana. La organización quiere una “revolución” para descarbonizar ese sector.

El plan es utilizar menos hormigón y más materias primas locales procedentes de la biomasa. Para que los resultados sean buenos, la proporción de hormigón en la construcción mundial tendría que reducirse a la mitad entre 2020 y 2060. Además, dos tercios del hormigón restante debería proceder del reciclaje, la reutilización o estar compuesto por cementos bajos en carbono. .

En otras palabras, el sector de la construcción “necesita una reducción drástica” del volumen de hormigón nuevo utilizado. Pero este descenso será “gradual”, señala Anna Dyson, directora del centro de ecosistemas de la Universidad Americana de Yale.

Los materiales de construcción no siempre han sido emisores de carbono como lo son hoy el acero, el aluminio, el vidrio, el plástico o el hormigón. Hasta mediados del siglo XX procedían principalmente de fuentes renovables, biológicas u orgánicas (madera, piedra o de agricultura como paja, cáñamo, etc.) y sobre todo locales.

“Sólo en las últimas décadas la mayoría de los materiales de construcción proceden de procesos extractivos, tóxicos y no renovables”, subraya Dyson.

El plan es animar a la industria de la construcción a «cooperar con el sector forestal y la agricultura» para gestionar los recursos de madera y biomasa, que deberían ser los materiales del futuro, como lo han sido los materiales del pasado…

«Se trata de iniciar una especie de revolución de regreso al futuro» para eliminar el carbono de los edificios y construirlos «más ligeros», admite Dyson: evitar la producción de residuos gracias a un enfoque circular de los materiales, eligiendo materiales de origen biológico como madera o bambú, y mejorar la descarbonización de materiales convencionales que no pueden ser sustituidos.

Los autores del informe destacan la importancia de la biomasa vegetal viva, es decir, paredes o tejados verdes, que “constituye un material con bajas emisiones de carbono”. Incluso imaginan que este tipo de suelo podría dar lugar a una nutritiva agricultura urbana en las metrópolis del mañana.

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