Desde que la OMS publicó su hallazgo de que el tratamiento Remdesivir elaborado por Gilead Science, que fue «reutilizado» por la compañía después de haber sido desarrollado inicialmente para tratar el ébola, no era tan bueno como parecía, el laboratorio ha iniciado acciones de descrédito contra el organismo, ya que su estudio desvirtúa el proyecto de negocio que había en ciernes.
Un ensayo de medicamentos de la OMS llamado Solidarity encontró que el tratamiento COVID-19 de Gilead, Remdesivir, no tuvo un efecto sustancial en las posibilidades de supervivencia de un paciente con COVID-19. También encontró que otras tres terapias eran igualmente ineficaces.
El organismo calificó los datos como un «golpe significativo» a los esfuerzos por encontrar un medicamento que pueda ayudar a salvar a los pacientes con COVID-19 en etapa tardía. Además, ninguno de los fármacos «afectó sustancialmente la mortalidad» ni redujo la necesidad de dar el alta a los pacientes.
Gilead afirmó desde el principio que el medicamento podría reducir potencialmente la duración de las hospitalizaciones. Estos datos fueron ampliamente promocionados por Gilead, que había planeado cobrar hasta 3000 dólares por un tratamiento con el medicamento antes de que la «ciencia» se interpusiera, y redujera la euforia con la que los ejecutivos de Gilead promocionaron la vacuna.
“La verdadera decepción es que el Remdesivir también ha fallado en un mayor número de casos y en el ‘entorno del mundo real’”, dijo Clemens Wendtner, médico jefe de infectología y medicina tropical en la Clínica Schwabing de Munich. Los primeros datos compartidos por la compañía aparentemente fueron lo suficientemente convincentes como para engañar al Dr. Anthony Fauci, quien afirmó que los datos compartidos por la compañía mostraban que el impacto del medicamento era «estadísticamente significativo».
«Somos conscientes de que los datos iniciales del ensayo Solidarity de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han hecho públicos antes de su publicación en una revista revisada por otros científicos«, dijo Gilead en respuesta a una solicitud de comentarios.
No es que nada de esto sea tan sorprendente. Desde el principio, «expertos» como el Dr. Fauci expresaron optimismo sobre el Remdesivir, a pesar de la escasez de datos clínicos reales. Este punto de vista llevó a Gilead a firmar varios acuerdos lucrativos con varios gobiernos, entre ellos España, que a través de la Agencia Española del Medicamento y la propia Comisión Europea, untaron de dinero a este laboratorio por un medicamento que va a ser descartado en breve.
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