En Ucrania algunos perros de la guerra son islamistas

Según informa la agencia de prensa rusa Regnum, Samantha Lewthwaite, también conocida como «La Viuda Blanca», buscada desde el año pasado por la Interpol, resultó muerta a finales de octubre como consecuencia de los disparos de un francotirador ruso cerca de la frontera de Ucrania con las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.

«La Viuda Blanca» combatía como fracotiradora en las filas del batallón Aidar, en apoyo al gobierno fascista de Kiev y fue muerta por un disparo certero de otro francotirador ruso que combate en defensa de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.

Lewthwaite era de origen inglés: había nacido hace 30 años en Irlanda del norte. Era hija de un soldado británico y creció en las afueras de Londres, convirtiéndose al Islam con 17 años. En 2002 cursó estudios religiosos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres y unos meses después se casó con el terrorista Lindsay Germaine, de origen jamaicano. En 2004 nació su primer hijo.

Su marido fue uno de los cuatro autores del atentado suicida con bomba contra el metro de Londres en 2005 en el que 56 personas fueron asesinadas. En ese momento la joven estaba embarazada y dio a luz a su segundo hijo poco después.

Tras la muerte de su marido, se incorporó a la rama somalí de Al-Qaeda, llamada Shebab. La Interpol le buscaba por su participación en el ataque terrorista el año pasado contra el centro comercial Westgate de Nairobi (Kenia), donde murieron 67 personas. Estados Unidos había ofrecido una recompensa de 5 millones de dólares por cualquier información sobre su paradero. Recientemente, algunos medios habían informado de que se encontraba combatiendo en Siria contra el gobierno de Damasco.

Al mismo tiempo que Lewthwaite caía abatida, la policía rusa detenía a la banda GTA, un nombre que utilizan los medios de comunicación rusos para referirse a una asociación de criminales. Uno de sus integrantes murió en un tiroteo y otros diez fueron detenidos en una urbanización cerca de Moscú.

La banda sembraba de clavos las carreteras cercanas a Moscú y mataban a los ocupantes de los vehículos cuando se detenían para cambiar las ruedas. Unas 20 personas murieron de esa manera. Según fuentes de la policía moscovita, los miembros de la banda eran originarios de Asia central y pertenecían a los movimientos wahabitas radicales.

La policía de la capital rusa sostiene que ese tipo de crímenes servían de entrenamiento antes de enviar a los miembros de la banda a cometer atentados terroristas en Irak y Siria.

El analista polaco Mateusz Piskorski, fundador del Centro de Análisis Geopolíticos, confirma las afirmaciones de la policía rusa y, además, sostiene que ese tipo de bandas criminales y terroristas están organizadas por Estados Unidos y sus aliados (*). Cometen numerosos asesinatos, atentados suicidas, secuestros y ejecuciones de oponentes políticos, principalmente en Oriente Medio y Ucrania.

Según Piskorski es razonable comparar las actividades de Pravy Sektor y las fuerzas de policía que sostienen al gobierno de Kiev con las del Califato Islámico y otras organizaciones que operan en Oriente Medio. Tanto sus objetivos como sus métodos son muy similares, y a veces los combatientes son los mismos.

Mercenarios de todas las regiones del mundo combaten junto al ejército de Kiev, tanto originarios de Europa occidental como de países musulmanes o de las provincias del este de China.

«Alguien podría pensar que se trata de una alianza exótica, pero está claro que denominador común es el poder central, que es la parte contratante y organizadora de las acciones. Es evidente que las mismas organizaciones y Estados influyentes están detrás del incendia que asola Oriente Medio y Ucrania».

En Ucrania es muy activa una empresa militar privada, llamada «Private Military Corporations». Como «Academy», para la que trabajan los mercenarios polacos. Su soldada ronda los 500 dólares. En países muy diferentes es una paga muy atractiva para los «perros de la guerra». El problema de los mercenarios polacos -dice Piskorski- es que son soldados de élite de las fuerzas especiales, por lo que han debido de obtener previamente permiso del Estado Mayor del ejército de su país.

Estas informaciones priueban que las fuerzas polacas están implicadas directamente en la guerra de Ucrania, en la que se han producido graves crímenes contra la humanidad. En el futuro Polonia se puede ver involucrada en esos crímenes, entre otras razones porque organizaciones fascisrtas como Pravy Sektor aparecieron en Polonia por vez primera.

Hay numerosas pruebas que demuestran que las personas asociadas a Pravy Sektor ya estaban presentes en los distritos de la provincia de Podkarpacie, en Polonia, donde llevaron a cabo varios operativos. «En Polonia a ninguno de nosotros nos gustaría tener que lidiar con grupos de este tipo», añade Piskorski. «Son grupos que han recurrido a la violencia, y no hay que descartar que un día ejerciten este tipo de violencia en el territorio de Polonia».


(*) Islamist Dogs of War in Ukraine, 2 de diciembre, http://journal-neo.org/2014/12/02/islamist-dogs-of-war-in-ukraine/

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