El próximo campo de batalla es el espacio. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos acaba de presentar los planes para el lanzamiento de prueba de dos satélites cazadores diseñados por empresas militares privadas (*).
Se trata de dispositivos capaces de rastrear una nave extranjera en órbita y recuperar información sobre ella. Los satélites han sido fabricados por la empresa True Anomaly y se espera que sean lanzados con un cohete SpaceX en octubre de este año. Los dos modelos Chacal pueden captar información cuando están lo suficientemente cerca de su objetivo. Pueden obtener datos sobre los sistemas de vigilancia o armamento del enemigo o interceptar comunicaciones.
La empresa afirma que su producto opera con seguridad a corta distancia para recoger imágenes multiespectrales, vídeo en movimiento y datos de observación métrica de cualquier objeto espacial residente en cualquier órbita. Se trata de una empresa emergente que recaudó 23 millones de dólares el año pasado.
Estados Unidos sigue gastando dinero en nuevas tecnologías de guerra, incluidas las tecnologías espaciales. Quiere ir un paso por delante. El año pasado intentó 78 lanzamientos gubernamentales, 72 de los cuales tuvieron éxito.
China realizó 64 lanzamientos, con 62 aparatos puestos en órbita. Rusia ocupa el tercer lugar, con 21 satélites lanzados. En el firmamento, Estados Unidos domina con diferencia todo el espacio que le rodea: de los 8.000 satélites que hay en el aire, más de 3.500 pertenecen a SpaceX, la empresa fundada por Elon Musk.
Dado que este servicio estaba originalmente destinado a profesionales, se convirtió en un blanco perfecto para el espionaje. Una vez lanzados los primeros Chacales, habrá auténticas persecuciones en órbita sobre nuestras cabezas.
Los satélites tienen importantes inconvenientes con respecto a los drones o los globos. El tiempo de observación está limitado por su trayectoria orbital y su altitud. Los drones y globos se desplazan más despacio. Tienen más tiempo para detectar objetivos en tierra.
Después de los satélites espaciales, los globos son los más utilizados y su empleo se remota a la Guerra Fría. Hoy Israel, por ejemplo, los utiliza paa vigilar cada rincón de Palestina y los vende a terceros países. Tienen 7 metros de diámetro y están inflados con inflados con helio. Pueden volar bajo, a unos 800 metros de altura, o también a 30 kilometros, como los chinos.
Pero la verdadera novedad no es el espionaje, sino la caza y destrucción de este tipo de aparatos, tanto satélites, como drones y globos.
(*) https://www.wired.com/story/true-anomaly-jackal-pursuit-satellites/