El pacto del hambre previo al ataque nazi contra la Unión Soviética

Un mes antes del inicio de la Operación Barbarroja, Goering convocó una reunión al más alto nivel para la planificación económica de la invasión de la URSS. Se celebró el 2 de mayo de 1941 y ha pasado a la historia como el “pacto del hambre” (Hungerplan).

El artífice principal del plan fue el secretario de Estado de Agricultura y Alimentación, Herbert Backe, aunque también participaron algunos altos oficiales de la Wehrmacht, como Alfred Jodl, y conocidos dirigentes nazis, como Alfred Rosenberg.

Las actas de la reunión no concretan a cuántos millones de personas los alemanes pretendían matar de hambre en la URSS. No obstante, Backe estimó que la “población excedente” de la Unión Soviética ascendía a unos 20 o 30 millones de personas.

Según las notas de la reunión tomadas por el secretario del general Thomas, “si tomamos lo que necesitamos del país [la Unión Soviética], no hay duda de que millones y millones de personas morirán de hambre”.

Pocos días después de la reunión, el 23 de mayo, se promulgaron las “Directrices de Política Económica para la Organización Económica del Este”, que es un resumen de las conclusiones elaborado por los secretarios de Estado. En ellas los nazis subrayaban la insuficiencia de las cosechas agrícolas en la URSS porque la población había aumentado en unos 30 millones de personas.

“Aquí está el quid de la cuestión. No es la calidad de las cosechas, sino la cantidad de consumo interno lo que determina los excedentes de cereales rusos […] Éste es el elemento esencial en el que debemos basar nuestras medidas de política económica […] Desde Alemania y Europa en general necesitan estos excedentes de todos modos, su consumo debe ser comprimido en proporción […] Esta compresión del consumo es posible, porque las regiones excedentarias [de la URSS] están claramente separadas de las consumidoras […] Las regiones excedentarias están en el sur y sureste, así como en el Cáucaso. Las regiones deficitarias se encuentran principalmente en las áreas boscosas del norte […] La población de estas regiones, y específicamente las ciudades, se enfrentará por lo tanto a una severa hambruna […] Varias decenas de millones de individuos superfluos morirán o emigrarán a Siberia”.

Según Goering, “los esfuerzos para salvar a la población [soviética] de la muerte por inanición aprovechando el excedente de las regiones de la tierra negra solo pueden realizarse a expensas del suministro de alimentos de Europa. Disminuyen la resistencia de Alemania en la guerra y la resistencia de Alemania y Europa al bloqueo. Se necesita la más total claridad a este respecto […] Cualquier solicitud de la población [local] a la administración alemana […] debe ser rechazada de plano”.

“Solo será posible continuar la guerra si Rusia alimenta a toda la Wehrmacht a partir del tercer año del conflicto”, dice una de las actas de la reunión del 2 de mayo.

“Esta guerra verá el mayor número de muertos desde la Guerra de los Treinta Años”, pronosticaban las directrices económicas para las regiones orientales. “De 20 a 30 millones de personas morirán de hambre este año en Rusia. Y sin duda está muy bien así, porque hay que diezmar a ciertas personas”.

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