El gobierno de Damasco se reunirá con la oposición en Moscú

A mediados de noviembre, durante la reunión de Viena, 17 países llegaron
a un acuerdo para organizar la transición política en Siria en un
periodo de seis meses a partir del próximo 1 de enero, con la
convocatoria de elecciones generales en los siguientes 18 meses.
En la capital austriaca las partes aún negocian una lista de las organizaciones que
deben estar representadas en las negociaciones entre el gobierno de Bashar Al-Assad y
la oposición.
Rusia ha presentado la suya, compuesta por 38 personalidades de la oposición susceptibles de formar parte de las negociaciones para preparar dicha transición.

Para esta misma semana se espera una reunión en Moscú del gobierno y la oposición agrupada en torno a la Coalición Nacional Siria, de la que forma parte el Consejo Nacional Kurdo.

Dicha reunión fue anunciada la semana pasada por Mijail Bogdanov, viceministro ruso de Asuntos Exteriores.

Tanto el gobierno sirio como el ruso están dispuestos a hacer muchas e importantes concesiones políticas. La portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, ha llegado a decir incluso que “mantener en el poder al jefe de Estado sirio no es imprescindible para Moscú”.

Para boicotear las conversaciones de paz, Arabia Saudí ha convocado paralelamente en Riad una reunión de los grupos armados, exceptuado el Estado Islámico. Así lo anunció el viernes el medio belga “7sur7”.

A Riad no han sido invitados ni el Partido kurdo de la Unión Democrática (PYD), ni su milicia YPG (Unidades de Protección del Pueblo) por el veto expreso de Turquía.

Esta reunión está apoyada por Estados Unidos, Francia y las autarquías del Golfo. Los dirigentes de Al-Qaeda estarán pues en Riad, una vez más, sentados junto a los imperialistas estadounidenses y franceses.

La reunión auspiciada por los saudíes puede conducir, como mínimo, a un agrupamiento de los distintos grupos yihadistas que combaten en la guerra de Siria, que es el objetivo que persigue Al-Qaeda en la actualidad.

Arabia saudí ha invitado a 65 grupos de la oposición, 20 de ellos miembros de la Coalición Nacional Siria, otros siete de una coordinadora rebelde, una veintena de independientes entre los que se encuentran predicadores salafistas y defensores del yihadismo, junto a 15 dirigentes de la insurrección armada contra el régimen, la mayoría de ellos miembros del Frente Al-Nosra.

Los miembros de las 12 formaciones militares que luchan contra el gobierno de Damasco forman parte de la llamada “solución islámica” a la crisis siria, y en el conglomerado prevalecen las organizaciones yihadistas.

Entre ellas se encuentra el Ejército Sirio Libre, los Combatientes de Levante, las falanges de Al Nured Din, la Unión Islámica, el Ejército del Islam, Ahrar al-Sham y el Frente Islámico.

Teherán ha manifestado su oposición a la convocatoria saudí porque su única finalidad es torpedear la reunión de Viena. Lo mismo que Rusia, Irán sostiene que sólo los sirios tienen legitimidad para decidir la suerte de Al-Assad, mientras que Arabia saudí exige su derrocamiento como condición previa para la paz.

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