Egipto traiciona a los palestinos y colabora con Israel para crear un nuevo corredor comercial

Desde el inicio de la Guerra de Gaza, Hamas recurrió a sus aliados del Eje de Resistencia en busca de apoyo frente a la brutalidad militar de Israel. Muchos miembros del Eje respondieron a los llamamientos de la resistencia palestina, aunque con cautela.

La contribución de Yemen a la lucha contra la agresión israelí es quizás la de mayor impacto en comparación con la de los demás socios de la coalición.

Desde noviembre las fuerzas huthíes se han centrado en operaciones marítimas bloqueando o incautando buques comerciales que se dirigen a Israel o están vinculados a él. El grupo dejó en claro que su objetivo era implementar el artículo 1 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, ratificada por Yemen en 1989, que requiere que los estados se comprometan a prevenir y castigar el genocidio.

Desde entonces, el mundo ha sentido las consecuencias de la posición geográfica de Yemen y su peso en el comercio internacional, dada la proximidad de la isla yemení de Perim al estrecho de Bab El Mandeb.

Por el contrario, en lugar de obligar a Israel a respetar el derecho internacional y resolver la crisis humanitaria en Gaza, Estados Unidos y sus aliados regionales, incluido Egipto, lanzaron un proyecto conjunto para transportar mercancías por tierra para crear una ruta comercial alternativa al Mar Rojo.

Irónicamente, a pesar de su papel como catalizador de enfrentamientos marítimos y tensiones regionales más amplias, Israel posiciona su puerto como un nuevo corredor para el comercio mundial.

Este proyecto, que tiene como objetivo desviar el tráfico del Canal de Suez, supondría una pérdida significativa de ingresos para Egipto y un negocio lucrativo para Israel.

Un puente sobre aguas turbulentas

En diciembre Estados Unidos inició una operación naval para frustrar los ataques de los huthíes. El primer enfrentamiento se produjo cuando Estados Unidos disparó contra barcos huthíes en el Mar Rojo el 31 de diciembre. Siguieron varios enfrentamientos, el más violento de los cuales tuvo lugar a principios de enero, cuando Estados Unidos y Reino Unido, apoyados sólo por cuatro países, llevaron a cabo ataques aéreos en territorio yemení.

Durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU Estados Unidos y Reino Unido argumentaron que sus acciones eran consistentes con el derecho internacional y el principio de autodefensa. A la luz de esta escalada, que ha resultado en ataques con misiles huthíes contra barcos de propiedad estadounidense, es posible que veamos una escalada de la guerra en curso en Oriente Medio.

Además de los estrechos de Ormuz y Malaca, Bab El Mandeb se considera el estrecho más importante del mundo porque conecta el océano Índico con el mar Mediterráneo a través del Mar Rojo y el canal de Suez. Así, para conectar Asia con Israel, el Canal de Suez y Europa, los buques de carga deben pasar primero por el estrecho de Bab El Mandeb.

Por el estrecho de 26 kilómetros de ancho transita el 25 por cien del comercio mundial, o más de 4,5 millones de barriles de combustible y más de 21.000 barcos al año. Las amenazas huthíes a este corredor han perturbado el sector del transporte marítimo, provocando que las tarifas de los seguros marítimos se disparen y obligando a la mayoría de los gigantes comerciales a evitar Bab El Mandeb.

El desvío de barcos a través del Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, ha provocado un aumento de los costes de transporte, que se espera que sigan aumentando. El desvío, que prolonga el transporte entre dos y tres semanas, provoca un aumento del precio de los bienes para los consumidores y, una vez más, un aumento de la inflación, que los gobiernos occidentales y sus bancos centrales intentan reducir desde hace más de un año.

Para evitar el Mar Rojo, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Egipto también han lanzado un proyecto de “puente terrestre”. Trucknet Enterprise, una empresa israelí de transporte inteligente, ha firmado un acuerdo con las empresas de logística Puretrans FZCO de Dubai y DP World UAE para operar camiones de transporte de carga a lo largo de rutas terrestres desde Dubai a Israel, a través de Arabia saudí y Jordania.

Desde Israel las mercancías podrán continuar su viaje hacia el Mediterráneo a través del puerto de Haifa o por tierra hasta Egipto, luego a través de los puertos de Ain Sujna o Port Said, en el golfo de Suez, en Egipto. Trucknet ha firmado otro memorando de entendimiento con una empresa de logística con sede en Alejandría, WWCS, para gestionar la parte egipcia de la ruta comercial terrestre.

El proyecto del puente terrestre puede verse como un logro concreto del Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC), un plan que fue propuesto inicialmente por Biden durante la cumbre del G20 celebrada en Nueva Delhi, India, en septiembre pasado.

Es posible que Biden, un ferviente sionista, haya estado buscando revivir el antiguo proyecto del Canal Ben Gurion, concebido en la década de 1960 pero postergado durante varias décadas debido a la oposición de los países árabes y a preocupaciones ambientales, porque se planeaba utilizar bombas nucleares para excavar un canal en el desierto del Negev (Naqab).

Para Biden, otro objetivo importante era obstruir la Nueva Ruta de la Seda de China, que utilizaría el puerto marítimo sirio de Latakia para acceder al Mediterráneo.

Evitar el Canal de Suez

Al promover el IMEC, Biden ha mostrado total desprecio por los intereses egipcios o el efecto perjudicial sobre el Canal de Suez. Pero Egipto también ha subestimado la amenaza que representa el corredor o el proyecto del nuevo puente terrestre para los ingresos generados por el Canal de Suez, e incluso participa en su implementación.

Muchos expertos de la industria han expresado su preocupación por la perspectiva de que estas nuevas rutas comerciales debiliten aún más la economía egipcia y al mismo tiempo rediseñen el mapa económico-político para hacer del puerto israelí de Haifa una puerta de entrada a Europa.

El Canal de Suez siguió siendo el proyecto más importante de Egipto durante casi dos siglos. Constituye la ruta comercial mundial más rápida y económica entre Asia y Europa, reduciendo la distancia que separa el este del oeste en varios miles de kilómetros. Se ha convertido en un afluente vital de la economía egipcia, ya que constituye una importante fuente de divisas, además de dar empleo a miles de personas entre la población activa egipcia.

Sin embargo, a medida que la situación continúa deteriorándose en Oriente Medio, el Canal de Suez corre el riesgo de dejar de desempeñar su papel clave. El cambio de ruta por el Cabo de Buena Esperanza, ya adoptado por muchas navieras, ha provocado una reducción del número de barcos que utilizan el Canal de Suez, lo que se traduce en una pérdida de ingresos.

Mientras el Canal de Suez vuelve a ser noticia, vale la pena recordar el incidente de marzo de 2021 en el que el portacontenedores Ever Given y su carga de miles de millones de dólares quedaron atascados en el canal e interrumpieron el comercio internacional.

Aquel incidente desató llamamientos internacionales para rutas comerciales alternativas, en medio de dudas sobre la fiabilidad del canal. Como lo hizo entonces, el régimen egipcio debe trabajar estratégicamente para reducir las tensiones regionales y preservar los ingresos cruciales del Canal de Suez de 9.500 millones de dólares, según el último año fiscal.

Dadas las repercusiones de la campaña huthí en el Mar Rojo y en el Canal de Suez, la falta de esfuerzos reales por parte de Egipto para desactivar el ataque de Israel a Gaza es desconcertante.

Los huthíes han declarado repetidamente que impedirán el paso de barcos con destino a Israel por lo menos hasta que la ayuda humanitaria pueda entrar en Gaza. El gobierno egipcio podría haber desafiado el bloqueo israelí y facilitado la entrada de alimentos, medicinas, combustible y otra ayuda esencial a Gaza a través del cruce fronterizo de Rafah, que permanece cerrado. Esta medida probablemente habría puesto fin a las operaciones de interceptación de barcos huthíes.

En lugar de invertir en proyectos israelíes como el puente terrestre, que pretende evitar permanentemente el Canal de Suez como corredor clave para el comercio mundial en favor del puerto de Haifa, Egipto debería trabajar para restablecer el flujo de barcos a través del canal y utilizar todos sus cartas para poner fin a la guerra genocida de Israel en Gaza.

Walid Abuhelal https://www.middleeasteye.net/opinion/red-sea-attacks-egypt-israel-helping-new-trade-corridor-why

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