Cuando tu enemigo de clase habla bien de ti…

Winnie Mandela
Darío Herchhoren

Hace muy pocos día la prensa nacional e internacional a través de todos sus medios nos trajo la mala noticia de que Winnie Mandela había fallecido a los 81 años, luego de una dolorosa y larga enfermedad.

Siempre se la conoció por ser la esposa de Nelson Mandela, pero casi nunca se le reconocieron méritos propios.

La figura de Nelson que en todo momento fue ensalzado y homenajeado hasta la saciedad, la opacaba totalmente.

Ambos fueron los fundadores del Congreso Nacional Africano; el partido que junto al Partido Comunista de Sudáfrica, llevó el peso de la lucha armada contra el régimen fascista blanco de Sudáfrica, que era y es conocido como del «apartheid», o sea el desarrollo «separado» o «apartado» que preconizaran los colonizadores blancos ingleses y holandeses.

Las negociaciones entre Nelson Mandela que estaba preso en la cárcel de Roben Island, donde era el único prisionero, y Pieter Botha, presidente de la Sudáfrica racista, y luego reemplazado por Leclerc, que fué el último presidente blanco de Sudáfrica, permitieron que Mandela quedara libre, y que tras las primeras elecciones multiraciales, fuera ungido como el primer presidente de raza negra de la historia de Sudáfrica.

Ello significó un paso sin duda gigantesco en la historia de ese desdichado país, donde una minoría blanca gobernaba sin tasa ni medida a una abrumadora mayoría de negros, y donde la vida diaria de los negros era realmente infernal, sus posibilidades de crecimiento personal y social eran nulas, donde recibían malos tratos por parte de la policía sudafricana, donde los mejores empleos en la administración eran para los blancos, y donde la mayoría negra, solo obtenía trabajos mal pagados, subalternos y sin posibilidades de ascenso alguno.

Con el triunfo de Nelson Mandela, esa situación se acabó. ¿Pero era eso en realidad lo que el Congreso Nacional Africano quiso? Parece que no.

Mandela propició una política de compromiso con la mayoría blanca, y permitió que la banda de asesinos que había en la policía y en el ejército sudafricanos se fueran sin pagar por sus crímenes. Al efecto se crearon unas comisiones de la verdad, que «perdonaban» los crímenes, a cambio de una confesión pública. Eso levantó ampollas entre la mayoría negra.

Pero lo peor estaba aún por venir.

¿De qué se trataba? Simplemente se trataba de hacer cambios cosméticos, donde la minoría blanca no perdía el control de la banca, ni tomaba decisiones importantes, ni se afectó la propiedad rural de los blancos, ni los negros ascendieron en el ejército donde los altos mandos siguen siendo blancos, ni se expropió a las grandes fortunas mal habidas durante siglos de explotación de la mano de obra negra.

A todo esto, los medios de comunicación sin dudarlo se lanzaron sin freno sobre Winnie  porque representaba la justa rebeldía del pueblo negro olvidado, estafado, engañado y sometido de Sudáfrica. Winnie en todo momento se opuso a los pactos entre la minoría blanca y el Congreso Nacional Africano. Seguramente la existencia de esos pactos son el origen de la corrupción del gobierno negro mayoritario sudafricano. La minoría blanca maniobró hábilmente corrompiendo a los gobiernos de negros, para que fueran estos los que tuvieran a raya a la clase obrera negra. Cuidado con las alabanzas que te hacen los enemigos. Cuando esto ocurre hay que quitar al alabado y poner a alguien que no reciba esos honores.

No quiero terminar sin recordar a una de las figuras más emblemáticas de Sudáfrica, la cantante Miriam Makeba, conocida como Mamá África, que poco antes de morir tuvo palabras de afecto hacia Winnie de quien dijo que había sido muerta en vida por su vida incorruptible, por su tenacidad y su constancia, y también por su sencillez. Con eso criticaba veladamente a Mandela que vivió hasta su muerte rodeado de adulones.

Este artículo comenzaba diciendo “Cuando tu enemigo de clase habla bien de ti…” Seguro que estás haciendo las cosas mal. Me recuerda a cuando Margaret Tatcher alababa a Gorbachov, el gran traidor.

comentario

  1. "Apartheid":unión el vocablo inglés 'apart' (aparte) y la voz holandesa 'heid' (ganado,rebaño;en inglés sería 'herd').

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