Altsasu: crónica del montaje policial contra un pueblo

La atención mediática se centra en Altsasu tras lo ocurrido la pasada noche del viernes. La versión oficial dada por la Guardia Civil, según la cuál 2 agentes de paisano y sus parejas fueron emboscados y agredidos por 50 personas cuando pacíficamente iban a tomar algo en un bar, se vio cuestionada ya desde el mismo sábado cuando numerosos testigos contaron como los agentes, en una gran actitud chulesca y bastante borrachos, empujaban y amenazaban a los clientes del bar con frases como “te voy a matar” o “te voy a pegar un tiro entre ceja y ceja”.

Pero frente a este cuestionamiento la mayoría de los medios han decidido ofrecer sólo la versión oficial, sin contrastar testimonio alguno, y además sumándose a la ola criminalizadora, que va mucho más allá de lo ocurrido el sábado. En este sentido muchos medios se han despachado a gusto hablando de “paliza de los batasunos”, o de agresión de “los cachorros de ETA”.

En un país donde la población ya está harta de las versiones oficiales que no se sostienen (Mikel Zabalza, Lasa y Zabala, Naparra, Iñigo Cabacas, 11-M, Unai Romano… y una larga lista) y concretamente en uno de los valles donde su población mayoritariamente da la espalda a la Guardia Civil, los medios no han contextualizado cuál es la situación que se vive en el día a día del valle de la Sakana. La represión, el exacerbado control, la chulería y prepotencia de la que hacen gala los agentes de la Guardia Civil en este valle de Nafarroa, ha sido una constante durante décadas.

Para muestra un botón: Hace dos años salían a la luz unas fotografías hechas por uno de los agentes de este cuerpo y compartidas en las redes sociales en las cuáles posaba al más puro estilo “Rambo” en varios lugares de este valle. Días más tarde, se hacían públicos también unos comentarios hechos por este mismo agente en la red social Facebook, en las que admitía la realización de pintadas fascistas en Sakana. “Que buenos momentos en nuestras incursiones con los botes de spray decorando la puta Barranca”, aseguraba el agente.

Frente a esta imposición y este tipo de actitudes, la población de Sakana tiene un largo historial de dignidad denunciando el carácter de fuerzas de ocupación llevado a cabo por la Guardia Civil en Sakana. Así, numerosas iniciativas se han llevado a cabo para reivindicar la salida de este cuerpo de este valle. Una de ellas fue una consulta popular “sobre la ‘idoneidad’ de la presencia de la Guardia Civil” que iba a ser llevada a cabo en noviembre de 2001 en 15 pueblos de Sakana y que finalmente fue suspendida por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. En aquella ocasión, el entonces presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, dijo qué “si lo que quieren es menos policía, van a tener más”.

Otra de las iniciativas que mayor calado han tenido es la celebración anual del Ospa! eguna, un día en el que, en ambiente festivo, los habitantes del valle reivindican la salida de este cuerpo de Euskal Herria. En los últimos años la celebración de esta jornada se ha visto entorpecida por el asfixiante control impuesto por la Guardia Civil, que en alguna ocasión ha llegado a cargar e incautar las carrozas preparadas para dicha fiesta.

Todo lo ocurrido este fin de semana pasa en un contexto concreto, en el que en las últimas semanas hemos asistido a distintos acontecimientos donde, tanto los cuerpos policiales como la reivindicación de su salida de Euskal Herria, han estado presentes, a saber:

– la celebración del Ospa! eguna de este año, en agosto, en la que el pueblo de Altsasu fue férreamente controlado por la Guardia Civil
– la carga de la Guardia Civil contra una manifestación por la libertad para los presos políticos enfermos en Etxarri Aranatz a principios de septiembre
– las declaraciones de Jorge Fernández Díaz, ministro del interior en el marco de un acto organizado en homenaje a la Benemérita en Iruña. El ministro, además de aplaudir el trabajo represivo del cuerpo militar en Nafarroa, dijo frases cómo “con las exhumaciones de Mola y Sanjurjo algunos quieren ganar la guerra civil 40 años después” o que “No es fácil ser Guardia Civil en Leitza, Vera de Bidasoa o Altsasu” y aseguró que la Guardia Civil «nunca se irá de Navarra”
– la carga de la Policía Municipal de Pamplona, respaldada por la Policía Nacional, contra los jóvenes que okuparon un edificio en el Paseo Sarasate de Iruña.
– la numerosa manifestación que hace sólo 5 días recorrió las calles de la capital navarra bajo el lema “Alde Hemendik! Indar okupatzaileak kanpora!”

Todo esto en el marco de una Nafarroa con un gobierno cuatripartito y en el que el españolismo representado por UPN ha perdido el control. Navarra siempre fue “cuestión de estado” y parece que a lo que estamos asistiendo en estas últimas semanas es a la rebelión de los distintos cuerpos policiales presentes en Nafarroa, que le están creando serias contradicciones a las llamadas “fuerzas del cambio”. En este sentido , todos los partidos políticos han aceptado la versión oficial y han condenado los hechos, con la excepción de Sortu, que ha cuestionado dicha versión mediante un comunicado, si bien se ha obviado que quién ha llevado a cabo las detenciones ha sido la Policía Foral, cuerpo que responde ante el Gobierno de Navarra.

Lo peor puede ser la utilización que de esto vayan a hacer para extender la represión en el valle de Sakana, en este sentido varios medios fascistas piden ya abiertamente cargar contra el movimiento Ospa!, el presidente en funciones del gobierno español ha hablado del tema diciendo que “no habrá impunidad para los agresores”, y fuentes de la Guardia Civil anuncian que es posible que haya nuevas detenciones.

Completan la más absoluta desinformación las bonitas historias de cómo los amables agentes de la benemérita socorren supuestos autobuses llenos de etarras atrapados en la nieve, una historia que pese a haber sido ya desmentida varias veces, hasta el propio director de la Guardia Civil mantiene.

En definitiva, un montaje policial que está siendo utilizado para castigar a unos pueblos que históricamente han rechazado la presencia de la Guardia Civil, para atacar a un movimiento que está impulsando en la calle la reivindicación de la salida de Euskal Herria de estos cuerpos represivos y para crearle contradicciones y ponerle las cosas lo más difíciles posibles al gobierno de Navarra. Una jugada maestra, nunca una bronca en un bar dio para tanto.

Fuente: http://kaixo.blogspot.com.es/2016/10/altsasu-es-la-punta-del-iceberg.html

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