Se trata del ministro israelí de Inteligencia, Yisrael Katz, cotilleando algo al oído, al más puro estilo del espionaje, al Primer Ministro Netanyahu, bajo un titular en el que se puede leer “Diez muertos pero las manifestaciones continúan en Irán” (“Ten dead as protests continue in Iran”).
Tras la chapuza periodística siguió el jolgorio. Según el diario Jerusalem Post, la oficina de prensa del gobierno israelí se quejó a Reuters, que hizo lo que hacen las grandes cadenas en estos casos: retiró inmediatamente la foto y pidió disculpas a los grandes jefes de Tel Aviv.
Una vez más se les ve el plumero a todos; les traiciona el inconsciente. En las redacciones de las grandes agencias de prensa del mundo se conoce a la perfección quiénes han fraguado la desestabilización en Irán, al más puro estilo de las “revoluciones de colores” y “primaveras”.
Un total de 21 personas han muerto en las ciudades de Irán desde el inicio de las manifestaciones de protesta contra el paro y la carestía de la vida que comenzaron el jueves en Machhad, la segunda ciudad del país.
En varias ciudades de la provincia de Ispahan murieron anoche nueve personas. Seis de ellas eran manifestantes que murieron cuando trataban de asaltar una comisaría de policía en Qahderijan.
Un niño de 11 año falleció y su padre resultó herido por disparos de los manifestantes con escopetas de caza en Khomeinyshahr. La pareja paseaba por las cercanía de un grupo de gente que se había congregado en la calle.
Un joven miembro de los Guardianes de la Revolución, la fuerza de élite del ejército, murió y otro resultó herido por disparos de los manifestantes en Kahriz Sang. Otro policía también murió y tres fueron heridos en Najafabad.
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