A veces es complicado mantener la distancia de seguridad. Por eso la empresa belga Rombit ha creado una pulsera digital que garantiza el cumplimiento de la distancia mínima de seguridad.
Rombit ya tenía una pulsera de seguridad, el Romware ONE, al que ha añadido nuevas funciones que ayudarán a que todos nos mantengamos alejados los unos de los otros, dejemos a hacinarnos en locales, evitemos las reuniones tumultuarias y las manifestaciones de masas.
El capataz de la empresa, John Baekelmans, explica que cada vez que nos acercamos demasiado unos a otros recibiremos una señal de advertencia. De esa manera evitaremos saludar a nuestros familiares y amigos, o que nos saluden ellos a nosotros.
Baekelmans no nos tranquiliza cuando asegura que nuestra intimidad está garantizada porque el artilugio no comparte la ubicación u otra información confidencial con terceros.
El brazalete conserva la ubicación de las personas en cada momento y permite el rastreo de los contactos que ha mantenido a fin de que los “gorrillas sanitarios” verifiquen cada uno de sus movimientos y de los demás.
Según los portavoces de Rombit, las aplicaciones para el móvil tienen un mayor margen de error y conducen falsos positivos o negativos. Pero lo más importante es que a menudo no pueden ser utilizadas en los lugares de trabajo.
La pulsera utiliza una técnica que no necesita conexión a internet.
El capataz de la empresa asegura que se están esforzando por lograr que el dispositivo llegue al mercado en grandes cantidades para facilitar el control y la vigilancia de movimientos, antes de que la paranoia del coronavirus se vaya apagando.
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Yo creo que sería más útil un dispositivo que nos produjera una descarga directamente en los huevos (a los hombres claro). Todo es poco para garantizar nuestra seguridad y la paz social a la que este glorioso gobierno, bendito sea por siempre, nos ha conducido.
Un saludo desde el bloque c del pabellón 5.