60.000 matones sanitarios para vigilar a los apestados en Italia

Un ministro y un alcalde italianos han propuesto la creación de un cuerpo de “guardianes cívicos” compuesto por 60.000 voluntarios. Entre otras cosas, los voluntarios se encargarían de asegurar el cumplimiento de las normas de desconfinamiento. La idea está copiada de las bandas parapoliciales de la época de Mussolini.

Es la controversia del momento en Italia. Francesco Boccia, Ministro de Asuntos Regionales en el gobierno de Giuseppe Conte, y Antonio Decaro, Alcalde de Bari (Sur) y Presidente de la Asociación de Municipios Italianos (ANCI), propusieron la idea de crear su propio cuerpo de “gorrillas” a la italiana.

Se reclutarían de forma voluntaria a través de un mecanismo de protección civil. Estaría a cargo de la gestión de las milicias que se dedican a vigilar los pasos de sus vecinos. Francesco Boccia y Antonio Decaro también aclararon que los voluntarios serían personas que reciben ayuda estatal o pensionistas, es decir, que trabajarían gratis.

Los matones sanitarios se encargarían, entre otras cosas, de asegurar el cumplimiento de las órdenes de las autoridades en materia de desescalada.

“En esta nueva fase, ayudarán a controlar el acceso a los parques o mercados, contando el número de personas que entran o salen, o explicando las reglas de acceso a las playas cuando se reabran”, dijo Decaro en un comunicado del 25 de mayo.

La propuesta ha provocado una protesta a través de los Alpes. Carlo Calenda, ex-ministro y dirigente del partido Azione (Acción), dijo todas las cosas malas que pensaba en Twitter: “¿Cómo podemos pensar que 60.000 personas encontradas de alguna manera, entrenadas de alguna manera, empiecen a ir por Italia, diciéndoles a los italianos lo que tienen que hacer en base a reglas que nadie entiende? ¿Es eso normal y legítimo en un país democrático?”

Matteo Orfini, diputado y ex presidente del Partido Demócrata tiene la misma opinión: “No necesitamos guardianes cívicos. Necesitamos ministros que hagan ministros, administradores que hagan administradores.

Para los de “Piu Europa” (Más Europa), la propuesta de Francesco Boccia y Antonio Decaro tampoco era atractiva, como señaló Giordano Masini, miembro de la dirección del partido: “Necesitamos médicos, enfermeras, trabajadores sociales, maestros, gente preparada”.

Otros han ido más allá y han denunciado posibles violaciones de las libertades individuales. Este es el caso de Anna Maria Bernini, jefa de los senadores de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi.

Giorgia Meloni, presidenta del partido Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), comparó tal esquema en Facebook con “una milicia autorizada por el gobierno”, a la que acusó de ser autoritaria.

La economista y autora Ilaria Bifarini, por su parte, se refirió a “una dictadura orwelliana basada en el odio y la desconfianza mutua”.

Más información:
– Una nueva profesión represiva creada por la pandemia: los ‘gorrillas’ sanitarios

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