Seguimos los pasos del nuevo Presidente senegalés Bassiru Diomaye Faye para comprobar si cumple con sus promesas electorales o es como los demás. Su primer paso ha sido nombrar Primer Ministro a su mentor, Usman Sonko.
Como tantos otros del mundo, Senegal es un país rico con una población pobre. Tiene una de las economías más prósperas de África occidental. El sector minero representa una gran parte de la economía, porque aporta una cantidad fenomenal de dinero a las arcas del Estado. Casi todos los minerales de valor incalculable se encuentran en el país. Sin embargo, los recursos mineros, como el oro y el fosfato, son los que recaudan más dinero.
El miércoles, durante su discurso de investidura, Faye anunció importantes medidas para la minería. Primero, quiere destapar la identidad de los verdaderos propietarios de las minas, que en el Continente Negro funcionan bajo testaferros y subcontratistas. Es algo básico para evitar la corrupción y los conflictos de intereses.
En Senegal se considera como titular real de una mina a quien posea una participación del 2 por cien o más en una empresa.
En su discurso, Faye aseguró que no tiene intención de embarcarse en una caza de brujas. Afirma que lo guía el deseo de transparencia. “Me gustaría decirles a todos nuestros socios privados que son bienvenidos en Senegal. De conformidad con las leyes y reglamentos vigentes, los derechos del inversor siempre estarán protegidos, así como los intereses del Estado y de la población”, afirmó.
No obstante, la subtratación de minas es la manera en que las empresas rusas eluden las sanciones. Es el caso del grupo kazajo ERG que explota varias minas (cuatro de cobre y cobalto) en la República Democrática del Congo, un país que el mes pasado empezó a vigilar la subcontratación y ha expropiado las adjudicaciones mineras a ERG.
Como en otros países africanos, el Congo sólo autoriza a operar a las empresas con capital mayoritariamente congoleño. El truco consiste en crear empresas locales que posteriormente negocian la explotación de la mina con terceros.
En el Congo han descubierto nueve empresas subcontratistas de ERG a las que han dado de baja y expropiado. Ahora van contra el grupo canadiense Barrick y la empresa china Sicomines.
Veremos si en Senegal siguen el mismo camino o si todo queda en propaganda electoral.