Los imperialistas quieren descabezar la fuerza iraní Quds

Irán es un país asediado. Ayer 10 policías iraníes murieron en dos ataques terroristas contra una base de la Guardia Revolucionaria en Rask y una comisaría de policía en Chabahar, cerca de la frontera con Pakistán.

Los imperialistas y sus secuaces sionistas no se conforman con la Guerra de Gaza. El lunes atacaron con misiles un edificio militar cerca de la embajada iraní en Damasco. Acabó con la vida de cuatro dirigentes iraníes de la Fuerza Quds, junto con seis sirios.

Cazas F-35 dispararon seis misiles contra el edificio. Los aparatos eran estadonuidenses y sus piotos israelíes. El New York Times describió el incidente como “una escalada importante en lo que durante mucho tiempo ha sido una guerra latente y no declarada entre Israel e Irán”.

Uno de los iraníes fallecidos es el general Mohammad Reza Zahedi, de 63 años de edad. Los demás son Said Izadi, jefe de la división palestina de la Fuerza Quds en Beirut, Abdolreza Shahlai, comandante de operaciones de la Guardia Revolucionaria en Yemen y Abdolreza Mosjedzadeh, que supervisa las milicias respaldadas por Irán en Irak.

El general Zahedi era un amigo cercano de Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, asesinado por un ataque con un dron estadounidense en Bagdad, Irak, en 2020.

A la edad de 22 años Soleimani se alistó en el ejército en 1979, con la revolución islámica en Irán. Zahedi lo hizo al año siguiente, a la edad de 20 años, al comienzo de la guerra entre Irán e Irak.

Ambos destacaron en las filas de la fuerza de operaciones especiales Quds durante los ocho años de guerra que siguieron. Zahedi estuvo al mando de la 44 Brigada Qamar Bani Hashim, antes de dirigir la 14 División Imán Hussein entre 1988 y 1991.

Soleimani le nombró comandante de las Fuerzas Quds en Líbano en 1998, cargo que ocupó hasta 2002, y para el que fue reelegido en 2008. Desempeñó un papel decisivo en el apoyo de Irán a Hezbollah.

En 2011, durante la guerra de agresión contra Siria, fue el responsable de organizar el apoyo militar al gobierno de Bashar Al-Assad. Era el enlace entre Hezbollah y los servicios de inteligencia sirios, operando bajo los seudónimos de Hassan Mahdavi y Reza Mahdavi.

Más de dos mil combatientes de Quds cayeron combatiendo en la Guerra de Siria.

El año anterior Zahedi se convirtió en blanco de sanciones estadounidenses, cuando el Departamento del Tesoro añadió su nombre a una lista de cuatro altos dirigentes de la Fuerza Quds sancionados.

Es el tercer dirigente de alto rango de la Fuerza Quds asesinado desde el inicio de la guerra en Gaza. Su muerte marca la pérdida más significativa que ha sufrido la unidad desde el asesinato de Soleimani hace cuatro años y, antes, de Hossein Hamedani en octubre de 2015.

En el momento de su muerte en Alepo, Hamedani era el oficial iraní de mayor rango asesinado en el extranjero desde la revolución islámica de 1979.

En diciembre, Sayyed Razi Mousavi, jefe de logística de Quds en Siria, responsable de coordinar la alianza militar entre Siria e Irán, murió en un ataque israelí con misiles en las afueras de Damasco.

En enero, Hujatollah Amidvar, un agente de inteligencia de Quds en Siria, murió en un ataque aéreo contra un complejo de viviendas al oeste de Damasco.

Ahora Israel ha dado un paso más, al atacar un edificio diplomático. Los ataques a embajadas por parte de enemigos tienen una larga historia, pero normalmente involucran a grupos terroristas. En 1983, por ejemplo, sesenta y cuatro personas perdieron la vida en un atentado suicida perpetrado por un grupo contra la embajada de Estados Unidos en Beirut y, en 1998, doscientas veintitrés personas murieron en ataques simultáneos de Al Qaeda con camiones bomba contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania.

No es usual que un Estado ataque al personal o las instalaciones diplomáticas de otro. En 1999, durante la Guerra de los Balcanes, los aviones de la OTAN bombardearon la embajada china en Belgrado, matando a tres personas.

Estados Unidos no ha condenado el ataque del lunes, pero un portavoz del Departamento de Estado dijo que estaban “preocupados por cualquier cosa que pudiera conducir a una escalada o exacerbar el conflicto en la región”.

La misión iraní ante la ONU calificó el ataque de “violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional y del principio fundamental de la inviolabilidad de los locales diplomáticos y consulares”, añadiendo que Teherán se reserva el derecho “de tomar represalias resueltamente”.

Hossein Akbari, embajador de Irán en Damasco, escapó ileso del ataque. Dijo a la televisión pública de su país que siete personas, incluidos diplomáticos, habían sido asesinadas y que la respuesta de Teherán sería firme.

El martes, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, dijo que Teherán había convocado a un diplomático suizo que representaba los intereses estadounidenses. “Se ha enviado un mensaje importante al gobierno estadounidense, como partidario del régimen sionista”, escribió el ministro. “Estados Unidos nos debe una respuesta”.

comentario

  1. Los iraníes pueden responder a su vez abatiendo a generales israelitas, bombardeando alguna base militar -ya se lo hicieron a los yankis- o, objetivo más sutil y difícil, desestabilizando el régimen monárquico jordano para que el país beduino/palestino apoye resueltamente a Palestina y rompa relaciones con Israel.

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