Rusia en la nueva teoría de la guerra nuclear victoriosa

Eric Zuesse

Las acciones hablan más fuerte que las simples palabras; el presidente Obama ha actuado, y no solo hablado. Su acto ha sido el rechazo a discutir con el presidente Putin la mayor preocupación de Rusia en los recientes cambios en la estrategia nuclear norteamericana, especialmente uno que aterroriza a Putin. El domingo 5 de junio Reuters titulaba: “Rusia declara que Estados Unidos rechaza las conversaciones sobre el sistema defensivo de misiles”, informando que “Estados Unidos ha rechazado las ofertas rusas para discutir el programa de defensa de misiles de Washington. Se han citado unas declaraciones del ministro de defensa ruso, Anatoly Antonov, considerando a la iniciativa ‘muy peligrosa’”.

La preocupación de Rusia es que el sistema balístico de Misiles, o “Anti Ballistic Missile System”, que Estados Unidos está comenzando ahora a instalar cerca o en las mismas fronteras rusas, entra en funcionamiento, Estados Unidos estaría en disposición de lanzar un ataque nuclear por sorpresa contra Rusia, y el sistema, que se ha estado desarrollando durante décadas y que técnicamente recibe el nombre de “Aegis Ashore Missile Defense System”, neutralizará los misiles que Rusia pudiera lanzar en respuesta, lo que dejaría a toda la población rusa sin capacidad de represalia, excepto la contaminación nuclear de todo el hemisferio norte y el invierno nuclear mundial, el resultado de la arremetida norteamericana contra Rusia, resultados que algunos estrategas de occidente consideran aceptable para Estados Unidos, y que pudiera merecer el coste de eliminar Rusia.

La teoría de una guerra nuclear victoriosa (que parece estar sustituyendo en Estados Unidos a la teoría anterior, denominada MAD, Destrucción Mutua Asegurada) se presentó en 2006 en la prestigiosa revista “Foreign Affairs”, con el título de “El ascenso del dominio nuclear”, abogando por una estrategia política muchos mas marcada contra Rusia, basada en lo que argumentaba ser la superioridad tecnológica de Norteamérica sobre el armamento ruso, y en el posible lapso de tiempo limitado durante el cual tomar ventaja de ello, antes de que Rusia adelante y se pierda la oportunidad.

Paul Craig Roberts fue el primer reportero occidental es escribir a favor de las preocupaciones rusas producidas por el hecho de que Barack Obama puede ser seguidor de esta teoría. Uno de los primeros artículos de Roberts sobre la cuestión se publicó el 17 de junio de 2014, y se titulaba “Washington bate tambores de guerra”, en donde observaba que “la doctrina bélica ha cambiado. Las armas nucleares norteamericanas ya no quedan reservadas a una acción de respuesta, sino que se han elevado al papel de ataque preventivo nuclear.

El presidente ruso Putin ha intentado en numerosas ocasiones tratar el asunto con Obama, siendo el ejemplo mas reciente un comunicado público sobre su preocupación, realizado el 27 de mayo. Aparentemente, el comunicado de Antonov el 5 de junio es la continuación del último esfuerzo de Putin, e indica que Obama rechaza explícitamente discutir el tema con Putin.

El hecho de que estas iniciativas por parte del gobierno ruso se hagan a través de medios públicos en vez de conversaciones privadas (medio usado durante la crisis de los misiles cubana, en 1962, cuando las tornas estaban cambiadas y el presidente norteamericano estaba preocupado sobre la decisión del soviético de instalar misiles nucleares a 90 millas de la frontera con Estados Unidos) sugiere que Obama, al contrario que Kennedy en 1962, rechaza establecer comunicación con Rusia, ahora que Estados Unidos están potencialmente en el puesto del agresor.

Rusia está haciendo sus preparativos, por si acaso (debido al sistema Aegis Ashore) necesita ser el primero en atacar. Sin embargo, alguna gente con conocimiento del tema dicen que Rusia nunca atacará primero. Tal vez Obama está actuando basándose en una suposición de ese tipo, y este es el motivo por el que está rechazando discutir el tema con su contrario ruso. Sin embargo, si Obama desea evitar un enfrentamiento nuclear, rechazar incluso la discusión sobre los miedos del oponente no sería la forma de conseguirlo. Por tanto, Obama está enviando señales al contrario (de que está preparando un ataque nuclear contra Rusia) simplemente con este rechazo a la discusión. En este caso, su rechazo en pos si mismo una respuesta a la pregunta de Putin, como un portazo en su cara. Es una respuesta práctica, en vez de una verbal.

El geoestratega John Helmer discutía el 30 de mayo la cuestión de que el punto sin retorno para Putin será cuando decida que no hay otra alternativa razonable que disparar (y que él dispare) la Tercera Guerra Mundial.

Fuente: http://thesaker.is/obama-slams-door-in-putins-face-says-if-putin-doesnt-want-russias-retaliatory-forces-eliminated-hell-need-to-be-the-one-to-press-the-nuclear-button-first

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