Rothschild especula con la deuda soberana de Ucrania

Desde hace dos años el fondo estadounidense de inversiones Franklin Templeton, el mayor de Europa y uno de los mayores del mundo, viene comprando deuda soberana de Ucrania para la rama americana de la familia Rothschild (1), hasta el punto de que en pleno golpe de Estado, llegó a detentar una tercera parte de ella.

En aquel momento la agencia Bloomberg situaba a Ucrania como uno de los países en quiebra, lo cual indica que el objetivo de la adquisición de los Rothschild no puede ser de tipo económico, ya que sería una inversión ruinosa.

No es la primera adquisición de este tipo que realizan los buitres carroñeros del imperialismo. Ni la quiebra del Estado ni la posterior guerra han paralizado las maniobras especulativas de los Rothschild, sino todo lo contrario. Seguramente tienen una información sobre lo que va a ocurrir que todos los demás ignoramos.

El 10 de noviembre el Financial Times informó de que la compra de bonos ucranianos por estos especuladores internacionales ascendía a 5.000 millones de dólares. Al parecer, aumentaron discretamente las adquisiciones aprovechando las vacaciones de agosto.

Además ayer el Fondo Monetario Internacional aprobó un nuevo rescate financiero para los golpistas por valor de 17.500 millones de dólares y cuatro años de duración para sostener la economía de guerra y de paso revalorizar la cartera del clan Rothschild.

El rescate ha sido posible porque la ministra ucraniana de Finanzas, Natalie Jaresko, es en realidad una ciudadana estadounidense nacida en Chicago y funcionaria del Departamento de Estado de Washington a la que le concedieron la nacionalidad ucraniana cuando el año pasado se preparaba el golpe de Estado en Kiev.

Según algunas informaciones (2), hace dos años el diputado ucraniano Sergui Arbuzov y el antiguo ministro de Finanzas, Yuri Kolobov, visitaron de manera privada el San Mateo, la sede del fondo de inversiones Franklin Templeton para negociar el apoyo financiero de los Rothschild al anterior gobierno de Viktor Yanukovitch.

Se da la circunstancia de que el 5 de marzo de este año la policía española detuvo en un lujoso chalet de Altea (Alicante) a Yuri Kolobov, de quien la prensa dijo que había sido puesto en busca y captura internacional por el nuevo gobierno golpista.

“Más que una victoria en el campo de batalla, lo que Ucrania necesita es negociar con sus acreedores internacionales”, titulaba el Wall Street Journal el 5 de febrero. Pero negociar también es una tarea para los Rothschild, que han propuesto la creación de un consorcio de acreedores. Su filial francesa ha manifestado su voluntad de mediar en las negociaciones entre el Ministerio de Finanzas de Kiev y los acreedores para reestructurar la deuda, que es una de las principales condiciones para la concesión del segundo tramo de ayuda financiera aprobada por el imperialismo para seguir sosteniendo la guerra.

Los prestamistas están a la espera de las propuestas de Kiev, que se deberían conocer a mediados de este mes de marzo, según ha declarado el delegado de Rothschild en Rusia y los países de la Confederación de Estados Independientes, Giovanni Salvetti. Según él, los negociadores se preparan para afrontar condiciones muy difíciles.

Salvetti ha indicado que los puntos de vista sobre esta cuestión varían según los prestamistas. Algunos prefieren esperar a las propuestas del gobierno ucraniano, mientras que otros quieren establecer algunas reglas estrictas y rápidas.

“De momento la fundación y los prestamistas participan en un intercambio de puntos de vista y discuten sobre el reparto de las responsabilidades y el programa de acción”, ha manifestado Salvetti.

Según el Fondo Monetario Internacional, la deuda pública ucraniana se situará este año en el 94 por ciento del PIB y su deuda exterior en el 158 por ciento debido a la fuerte devaluación de la moneda local y de los créditos contraídos por el gobierno, cuyas arcas están vacías.

Hace dos años la deuda pública de Ucrania era de 73.000 millones de euros, un cifra que suponía el 41 por ciento del PIB del país. Diez años antes era de sólo 13.000 millones de euros, un 29,36 por ciento del PIB.

El año pasado la deuda per cápita fue de 1.211 euros por habitante; en 2003 la deuda por persona era de sólo 274 euros.

A pesar de la bancarrota, el gobierno golpista de Kiev se ha planteado como objetivo cumplir en 2020 con los requisitos necesarios para solicitar el ingreso en la Unión Europea.

(1) Rothschild Group предложила стать посредником в переговорах по украинскому госдолгу, 10 de marzo, http://business.vesti-ukr.com/91936-rothschild-group-predlozhila-stat-posrednikom-v-peregovorah-po-ukrainskomu-gosdolgu
(2) Valentin Katasonov, Financial Vultures Start to Circle Over Ukraine, 13 de noviembre de 2013, http://www.strategic-culture.org/news/2013/11/13/financial-vultures-start-to-circle-over-ukraine.html

comentario

  1. Con motivo del sufrimiento de la señora de abajo no puedo llorar, mas viendo al buitre de arriba *sí* que se me apetece el reír. ¡Qué lamentable "humanidad"! Pensando desde mi subjetividad, no veo nada que mejorar ni nada que empeorar. Me voy pues a mis zapatos, que tengo que darles brillo para no parecerme al Rothschild de arriba ni a esa pobre señora.

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