Los dirigentes de Turquía y Siria no se han comunicado entre sí desde el inicio de la Guerra de Siria en 2011, pero tras la reunión de Erdogan con Putin en Sochi el 5 de agosto el ruso le lanzó una “sugerencia”: una charla por teléfono con el Presidente sirio.
El secretario de prensa del Presidente ruso, Dmitry Peskov, confirmó que durante la reunión de Sochi ambas partes se discutieron asuntos sirios, pero no dio detalles. Según el periódico turco Turkiye, Putin le “invitó” a Erdogan a “elegir el camino para resolver” los problemas en Siria en cooperación con Al-Assad.
La propuesta se produce en un momento en el que Turquía prepara una ofensiva militar contra los kurdos en Rojava. El lunes Erdogan anunció su intención de librar de “terroristas” el norte de Siria en cualquier momento.
Por su parte, los kurdos han pedido apoyo al gobierno de Damasco, que ha reforzado el norte de Siria con tropas de refresco.
El ataque turco también cuenta con la oposición de Israel, que quiere convertir a las regiones autónomas kurdas de Siria e Irak en apéndices del imperialismo en Oriente Medio. Un artículo del diario Jerusalem Post afirmaba que “un Kurdistán independiente sería un segundo Israel en Oriente Medio”.
El mes pasado, el gobierno israelí se dirigió a Biden para que presionara a Turquía y frenara la ofensiva de su ejército en Rojava.
Al mismo tiempo, Erdogan se esfuerza por mantener relaciones privilegiadas con los sionistas de Tel Aviv, a pesar de que se opone a la presencia de las milicias kurdas en Siria.
En Ankara juegan con todas las bazas que tienen a su disposición. Están en la OTAN y envían drones a Ucrania, al tiempo que se sientan con Rusia para permitir la exportación de trigo por los Estrechos del Mar Negro y pagar las importaciones en rublos.
Turquía pertenece a la OTAN pero impone el veto a la entrada de Suecia y Finlandia.
En la Guerra de Ucrania desempeña un papel de mediador, mientras que es parte en la de Siria.
En la Guerra de Nagorno Karabaj apoyó a Azerbayán contra Armenia, apoyada por Rusia.
Lo mismo ocurre en Georgia, donde Ankara y Moscú se encuentran en frentes opuestos.