Parménides y la Constitución

Nicolás Bianchi
Como aplicado ciclotímico, me tumbé en el diván de mi psiquiatra favorito, un psquiatra antiguo, pero que guardaba las formas: ¡trataba a sus pacientes en un diván! (y no sentados como vulgares burgueses). Verá, doc, ahora relaciono a la sacrosanta y bendita Constitución española con el gran metafísico Parménides de Elea quien, como no ignorará, por la cantidad de títulos y diplomas que veo colgados de su pared, polemizó con el materialista -y noble de cuna- Heráclito de Éfeso.
Para el aristócrata Heráclito una cosa es y no es al mismo tiempo y todo es devenir. Ya sabe: nunca te bañas dos veces en el Eurotas, en el mismo río (espartano; yo lo hice). Parménides encontraba esto absurdo y estableció el principio de identidad básico en lógica formal: el ser, es; el no ser, no es. Según esto, el Ser (otrosí=la Constitución como las Tablas de la Ley de Moisés) es Único. No puede haber dos seres, pues si los hubiera, entonces lo que distingue al uno del otro «es» en el uno pero «no es» en el otro, ¿vamos pillando? Y, ¿qué habría entre ellos? El no-ser. Y esto es, se mire como se mire, contradictorio, amigo mío. Además, el ser es Eterno. Si no lo fuera, tendría principio y tendría fin. Si tiene principio es que antes de principiar el ser habría el no-ser. Pero admitir que hay no-ser es admitir que el no ser, es, ¿me sigue, doc? O sea, que antes de que el ser fuese, había también el ser: no hubo principio ni «big bang» ni cristo que lo fundó: sólo materia. Ni tampoco hay fin ni «happy end», o sea, que es posible que Paco Jémez llegue a entrenar al Madrid alguna vez (ya lo hizo Benito Floro).
Todavía hay más, míster: El ser parmenídeo es Inmutable, no puede cambiar (como la totémica Constitución), puesto que todo cambio es dejar de ser lo que era para ser lo que no era, y tanto en el dejar de ser como en el llegar a ser va implícito el ser del no ser o cágate lorito, lo cual es contradictorio.
Pero, agárrese que hay curva, el ser es Infinito, no tiene límites, no está en ninguna parte. Estar en una parte es encontrarse en algo más extenso y, por consiguiente, tener límites. Pero esto no es posible, señor Licenciado, que ya veo sus ojos chiribitas, porque si tiene límites, y llegamos a ellos, supongamos, imaginemos, ¿qué cojones hay un centímetro más allá y allende el límite, ein? El no ser. Y ya hemos convenido en que esto no puede ser, aversimeentiende.
Y ya llegamos a lo último, respire mesié. El ser es como la Constitución, Inmóvil. Porque moverse es dejar de estar en un lugar para estar en otro. Por consiguiente, que decía el encantador de serpientes Felipe González, tal vez porque él mismo lo fuera, una serpiente venenosa, un áspid, el ser, que es lo más extenso que hay, no puede estar en ningún lugar, y esto es así y va a misa, mire usted. El movimiento no existe, pero eso, dice Parménides, se lo dejo a mi discípulo Zenón, que, por cierto, es de mi pueblo, Elea.
Luego vino el gran Diógenes el Cínico (o, en griego, Quínico, de can, perro, por hacer lo que le salía de los cojones sin robar un dracma a diferencia de los «cínicos» de ahora) y demostró el muy empirista que el movimiento se demuestra andando. O como cuando Platón (el de «las anchas espaldas»: Platón) definió al hombre como un bípedo implume y va Diógenes y se planta en el ágora, en la plaza pública, con un gallo y, desplumándole, dijo: he aquí el hombre de Platón. Ingenioso, ¿no es cierto? Toda la metafísica transformada en un chiste surrealista y la Constitución española en un fórceps con vocación sub speciae aeternitatis.

comentarios

  1. Buenas Nicolas,,,
    Primero queria felicitaros a todos por los articulos que vais escribiendo cada dia, que hace que personas como yo que visitamos diariamente esta pagina os estemos muy agradecidos por aclararnos nuestras dudillas y ofrecer algo serio, mas alla de los tinglados seudocomunistas que pululan por ahi.
    Ahora bien, Nicolas, pienso que no es necesario ir soltando tecnicismos constantemente que, al menos a mi (que por desgracia no he pisado una Universidad en mi vida), se me hace costoso de leer. No es por este articulo en concreto la "queja", sino por algunos mas que he leido tuyos que se hacen a mi parecer excesivamente enrevesados.
    Sin mas, un abrazo.

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