Mandela fue detenido en 1962 gracias a la ayuda de la CIA

Poco antes de morir este año, el agente de la CIA Donald Rickard confirmó que había desempeñado un papel primordial en la detención de Nelson Mandela en 1962, lo cual se sabía desde la caída del “apartheid” en el país sudafricano (*).

En una conversación con el director de cine británico John Irvin, Rickard admitió que proporcionó a la policía racista de Sudáfrica la información sobre el paradero de Mandela, contribuyendo así durante décadas a sostener al “apartheid” sudafricano.

“Me enteré de cuándo y cómo llegaría… así es como estuve implicado en la detención de Mandela”, dijo el espía.

Rickard defendió la detención del hombre más buscado de Sudáfrica en 1962, que según él debía ser capturado porque era “el comunista más peligroso del mundo fuera de la Unión Soviética”.

El representante oficial de la organización política del Congreso Nacional Africano, Zizi Kodua, declaró que la injerencia de la CIA en la política sudafricana fue un intento de desestabilizar el movimiento de liberación en Sudáfrica.

“La exposición confirma lo que siempre hemos conocido, que ellos [Estados Unidos] han actuado contra nosotros, incluso hoy en día”.

Después de su detención, Mandela fue condenado a cadena perpetua y pasó 27 años seguidos encarcelado, hasta que en 1990 acabó el régimen de “apartheid”. Fue el primer presidente negro de Sudáfrica y el primer terrorista en resultar galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

Hasta 2008 Estados Unidos mantuvo la calificación de “terrorista” contra Mandela. Aquel año Bush aprobó la ley que lo excluyó a él y a otros dirigentes sudafricanos de la lista de terroristas vigilados por Washington.

En 1953 Mandela y su compañero Oliver Tambo fundaron el primer bufete de abogados del país compuesto explusivamente por negros. Su misión era defender a las personas afectadas por el “apartheid”. El bufete fue destruido y quemado en 1960, cuando el gobierno ilegalizó el Congreso Nacional Africano, dirigido por Mandela, y lo calificó como organización terrorista.

En todo el mundo la adulación y el recuerdo permanente de Mandela es un caso evidente de enaltecimiento del terrorismo que la fiscalía de la Audiencia Nacional no debería pasar por alto.

Hoy en Sudáfrica se pueden encontrar bustos y estatuas de Mandela en cualquier rincón. Su imagen de héroe está en el billete emitido por el Banco Central en 2012. La aerolínea más importante del país, South African Airways, tiene sus aviones engalanados con la silueta del expresidente.

La fiscalía de la Audiencia Nacional tiene mucho trabajo por delante.
(*) www.nytimes.com/1990/06/10/world/cia-tie-reported-in-mandela-arrest.html

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