Los turcomanos apoyan el referéndum para la independencia del Kurdistán irakí

El diputado turcomano Jassem Al-Bayati
La posguerra de Siria ya está en marcha. Las fuerzas que han intervenido se preparan a marchas forzadas para sacar tajada de la situación y crear pequeños reinos de taifas. Basándose en fuentes kurdas, el sábado la agencia Reuters informaba de que el PKK/PYD prepara elecciones en Rojava para elegir consejos locales a finales de este verano, seguidas de otras nacionales para el 19 de enero del año que viene.

Los comicios en Siria se unen al referéndum previsto para setiembre en el Kudistán irakí, a pesar de la oposición del gobierno central y los partidos irakíes. Quedaba por saber el pronunciamiento de los turcomanos, que también se ha conocido este fin de semana, por lo menos la del Frente Turcomano Irakí.

Cuantitativamente los turcomanos son la tercera etnia de Irak, tras los árabes y los kurdos. Suman 1.500.000 habitantes y siempre se han opuesto a los planes kurdos. El año pasado Jassem Al-Bayati, diputado turcomano en el parlamento de Bagdad, acusaba a los kurdos de “expansionismo” y hace una semana el Frente publicaba un comunicado oficial en contra del referéndum; ahora hablan de un “apoyo condicional”.

La condición es significativa: el Frente Turcomano quiere compartir el gobierno de Kirkuk, donde se encuentran algunos de los pozos petrolíferos más importantes de Irak, según asegura la cadena kurda Rudaw. Para apoyar el referéndum el referido Frente iniciará un gira por Irán y Turquía a fin de reunirse con sus delegaciones e iniciar la campaña a favor de la independencia de Kurdistán.

Desde la misma creación de Irak, Kirkuk siempre ha sido una ciudad disputada entre árabes y kurdos, aunque la presencia turcomana es muy importante. Para los turcomanos, descendientes de los antiguos otomanos que dominaron Irak, es el centro de su cultura, mientras Talabani dice que Kirkuk es la “Jerusalén kurda” y, en efecto, hoy casi un 60 de la población es kurda… si es que se puede hablar de “población” en medio de una guerra con millones de desplazados.

Dado que la provincia de Kirkuk reúne también poblaciones asirias, aún queda por conocer su pronunciamiento al respecto, pero un siglo después bien podría cumplirse el reparto que los imperialistas británicos y franceses trataron de llevar a cabo en el Tratado de Sevres: un Kurdistán “autónomo” en cuyo seno los asirios estarían obligados a convivir (o malvivir).

¿Qué ocurrirá con los árabes de Kirkuk?, ¿seguirán al gobierno central y se opondrán a la anexión?, ¿deberán abandonar sus viviendas?

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