El 24 de agosto Egipto firmó acuerdos por valor de más de 30.000 millones de dólares con multinacionales energéticas extranjeras y locales para la construcción de fábricas de producción de hidrógeno y amoníaco en Sojna, ciudad situada en la costa occidental del Golfo de Suez.
Los acuerdos se firmaron entre varios organismos gubernamentales egipcios, como la Autoridad Egipcia de Energías Nuevas y Renovables y la Autoridad General de la Zona Económica del Canal de Suez (SCZONE), y siete multinacionales con sede en India, Reino Unido, Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos.
El holding indio ACME creará una planta de producción de “hidrógeno verde” con una capacidad total de 2,2 millones de toneladas al año, con un coste de 13.000 millones de dólares.
El monopolio energético británico Globeleq tiene previsto construir otra planta de producción de “hidrógeno verde” con una capacidad de producción anual de 2 millones de toneladas, por una inversión de 11.000 millones de dólares.
La empresa saudí Alfanar construirá una tercera fábrica de producción de “hidrógeno verde” con una capacidad de 500.000 toneladas al año, por una inversión total de 4.000 millones de dólares, mientras que el monopolio emiratí Alcazar pondrá en marcha una planta similar, por una inversión de 2.000 millones de dólares.
La empresa emiratí, K&K, tiene previsto construir una planta de “hidrógeno verde” con una capacidad de 230.000 toneladas al año. No se ha especificado el importe de esa inversión.
También se ha firmado un acuerdo con el fondo de inversión británico Actis para la construcción de fábricas de producción de “hidrógeno verde” por una inversión de 1.500 millones de dólares, con una capacidad de producción de 200.000 toneladas al año.
Por último, la empresa egipcia Mediterranean Energy Partners (MEP) deberá invertir 250 millones de dólares en la construcción de una planta de “amoníaco verde” con una capacidad de producción de 120.000 toneladas al año.
Las grandes multinacionales posicionan, pues, a Egipto como el principal centro de producción de “hidrógeno verde” en África, junto a Marruecos.