Las IP del Califato Islámico están registradas en Estados Unidos y Gran Bretaña

Con internet ocurre lo mismo que con las drogas: se criminaliza el consumo pero no la producción. En una sociedad capitalista es lógico que el consumidor final acabe en la cárcel, mientras el fabricante se lleva sus beneficios a un paraíso fiscal.

La existencia de páginas web yihadistas, como el mismo yihadismo, está sirviendo de excusa para toda que los Estados marchen cada vez más claramente hacia el fascismo, las prohibiciones y los castigos. La visita de páginas de contenidos radicales está bajo sospecha, pero nada se dice de la financiación de los yihadistas a través de las redes sociales, en las que muestran sus propias tiendas virtuales colocando a la venta camisetas y muñecos para niños.

Nadie pregunta en dónde están los servidores que ofrecen dichos contenidos, por una sencilla razón: porque quienes las promocionan son los imperialistas y estos no se van poner la soga alrededor de su propio pescuezo.

Según Evangeline O’Regan, Jefa de Medios Digitales de la Oficina de Comunicación del Ministerio de Defensa de España, “el grupo terrorista [Califato Islámico] cuenta con 30 productoras audiovisuales —tres de ellas para hacer contenidos internacionales y las 27 restantes, dirigidas al público interno y musulmán— que se dedican a producir contenidos al por mayor: con calidad y en cantidad”.

Instagram tiene su propio perfil para los simpatizantes del grupo terrorista. La mayoría de los perfiles son públicos, de modo que se puede acceder a ellos sin identificación previa.

Entre 2014 y 2016 han publicado el internet 15 números de la Revista Dabiq que difunde la propaganda del Califato Islámico en las redes sociales, además de decapitaciones, torturas y ejecuciones.

El Califato Islámico tiene su propia aplicación para móviles, llamada “El amanecer de la Buena Nueva”, en donde los dirigentes yihadistas escriben mensajes que llegan a las cuentas de Twitter de todos los seguidores que se la han descargado, llegando a los 40.000 tuits en un sólo un día.

También tienen su propio servicio de mensajería, una aplicación llamada “Alrawi” parecida a Whatssap, así como una emisora de radio: Al-Bayan.

La agencia de noticias del Califato Islámico es Amaq, que comenzó con la difusión de textos breves, vídeos, alertas y artículos a través de Telegram. A finales de 2015 se transformó en una aplicación para móviles que distribuye propaganda en varios idiomas, desde el inglés hasta el árabe, pasando por el alemán o el francés.

Tiene su propia entrada en la Wikipedia (1) y los dominios de las páginas web donde se ubican los registros amaq.com y amaq.org tienen direcciones en Estados Unidos y en Reino Unido (2). Si alguien los quiere buscar, no están muy lejos…

Un informe publicado a comienzos de este año (3) enumeraba otros recursos de la constelación de medios de propaganda utilizados por los yihadistas, como las fundaciones Ajnad, Al-Furkan, Al-Itisam, Al-Himma o el Hayat Media Center.

(1) https://en.wikipedia.org/wiki/Amaq_News_Agency
(2) http://misionverdad.com/videos/las-ip-del-estado-islamico-se-registraron-en-eeuu-y-reino-unido
(3) http://rsf.org/sites/default/files/rapport_daech_fr_web.pdf

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