La navegación por el Canal de Suez ha disminuido un 41 por cien con respecto a su pico el año pasado. Hubo una disminución en el número promedio de barcos a 49 por día el pasado domingo, en comparación con el pico diario de 83 cruces el año pasado.
La caída registrada en el Canal de Suez durante los últimos días del año pasado se considera la más baja desde el encallamiento del barco Evergreen en marzo de 2021.
Paralelamente hay un aumento similar en el número de barcos que pasan por el Cabo de Buena Esperanza, cerca del extremo sur de África. El problema es que con una travesía tan larga no se pueden transportar mercancías perecederas, lo que provoca un aumento de los precios de los alimentos en Europa.
Según el Comité Europeo para las Relaciones en Industria y Productos Agrícolas, las pérdidas en las importaciones y exportaciones de la Unión Europea debido a esta situación podrían ascender a unos 70.000 millones de euros.
La semana pasada el jefe de la Autoridad del Canal de Suez, el general egipcio Ossama Rabiaa, reveló que los ingresos del canal habían caído un 40 por cien en los 11 primeros días de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El tráfico de tránsito marítimo disminuyó un 30 por cien anual entre el 1 de enero y el 11 del mismo mes, según Rabiaa.
La caída fue de 544 buques, frente a los 777 buques del año pasado. Mientras que el tonelaje disminuyó un 41 por cien durante el mismo período respecto al año anterior.
Las compañías de seguros se niegan a asegurar a los mercantes de Gran Bretaña y Estados Unidos que transportan carga por el Estrecho de Bab El Mandeb.
Antes el monto del seguro de un mercante no superaba el 0,8 por cien de su valor; ahora ha pasado a ser del 1 por cien. El precio del transporte de contenedores ha aumentado de 1.000 a 4.000 dólares.
Antes las aseguradoras de Europa y Estados Unidos se negaban a cooperar con las navieras cuyos barcos transportaban carga desde Rusia. Ahora a las propias empresas occidentales se les niega la garantía de su transporte.
La verdad es que la declaración de guerra de Yemen a Isral (ahora expandida a los estados anglosajones) es un hachazo en el bazo para el proyecto imperialista-genocida yanqui en la región. Hay que respetarles y admirarles.