La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán sólo es una artimaña bélica

La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán es una artimaña bélica que muestra los cambios operados en la manera de dirigir las guerras modernas, como ya se ha visto en Siria. El Pentágono la llama “reducción de firma”. Se trata de mantener una presencia militar lo más reducida posible, junto a la continuación de las actividades de la CIA que, por su propia naturaleza, no es ostensible.

En el caso de Afganistán, el ejército estadounidense quiere hacer salir a los talibanes “a campo abierto” para entablar batallas simétricas en las que sus fuerzas puedan ser aniquiladas, bien por comandos de operaciones especiales, bien a través del ejército afgano.

El general Petraeus implementó la nueva estrategia en Irak en 2007 y también está operativa a los países del cuerno de África, donde opera contra los yihadistas.

Es un nuevo tipo de guerra, mucho más barata y menos aparatosa porque el grueso de las fuerzas son delegados locales. La CIA y los comandos especiales, con el apoyo de la fuerza aérea, dirigen al ejército afgano en las operaciones militares sobre el terreno y las adiestran permanentemente.

Una guerra barata se puede prolongar en el tiempo y requiere que una parte del dinero vaya a los bolsillos de los “señores de la guerra”, los partidos políticos, las ONG, la policía…

Se trata de una guerra a través de los cómplices locales del imperialismo y del tradicional “divide y vencerás”. Para ello la embajada de Estados Unidos debe enfrentar a unas religiones con otras, a unas etnias con otras y a unas tribus con otras.

El dinero y las armas se entregan a las etnias y religiones que se mantienen leales a Washington y sólo hay que esperar que dicha lealtad se mantenga en el tiempo, porque la Guerra de Siria ha demostrado es muy frecuente que muchos juren fidelidad y luego cambien de bando.

Los programas militares de “reducción de firma” comprenden también la intoxicación en las redes sociales y la subcontratación de mercenarios y empresas privadas de seguridad. Hace ya años que la mayor parte de las tropas de Estados que están presentes en Afganistán operan bajo la forma de contratos con el gobierno de Kabul.

Afganistán dejará de ser noticia gracias a la “reducción de firma”. Las operaciones militares aparecerán como si formaran parte de la actividad de la policía local, como operaciones “antiterroristas”.

comentario

  1. Es una retirada militar en toda regla. La crisis económica es muy profunda, y exige recortes presupuestarios en consecuencia, como ocurrió en Vietnam durante la crisis de superproducción capitalista de 1973. Lo interesante es que no se retiran por un revés militar, sino porque falla el sistema económico que sustenta la intervención militar.

    Por otro lado, Pakistán está basculando claramente hacia un entendimiento con la R. P. China y saliendo de la órbita de EEUU. Así pues, se le plantea un problema logístico de órdago a los mandos americanos, pues no es seguro ni prudente mantener a las tropas en un lugar donde pueden quedar aisladas.

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