La prensa destapa más de 100.000 mensajes internos del gobierno británico sobre la pandemia

El miércoles de la semana pasada el diario británico Daily Telegraph reveló que tiene en su poder más de 100.000 mensajes intercambiados entre el antiguo ministro de Sanidad Matt Hancock, y otros miembros del gobierno, incluido el ex primer ministro Boris Johnson. Lo han llamado “Archivo Confinamiento” (*).
Muchas restricciones se impusieron contra la opinión de los asesosores científicos del gobierno. En otras ocasiones es evidente que quienes daban las órdenes eran los asesores de imagen y comunicación
Los detalles entre bastidores de las decisiones clave tomadas por el gobierno de Londres durante la pandemia, como la vacunación, las mascarillas, el cierre de escuelas y el confinamiento, estarán pronto a la vista pública.

La periodista Isabel Oakeshott ha explicado su decisión de publicar los más de dos millones de palabras analizadas por ella y sus colegas. “Decidí publicar esta sensacional masa de intercambios privados porque es absolutamente imposible seguir esperando respuestas”, ha escrito.

La investigación sobre la gestión de la pandemia por parte de Reino Unido avanza muy lentamente. “Anunciada en mayo de 2021, nuestra investigación pública -que ya ha costado hasta 85 millones de libras- ni siquiera ha comenzado sus audiencias formales”, recuerda. A falta de los resultados de la investigación, el diario promete primicias diarias sobre la política sanitaria británica que han permanecido secretas hasta ahora.

La fuente de la filtración no es otra que el propio Hancock que, sin embargo, ha enviado mensajes amenazadores a la periodista para que no los publique.

Los intercambios ponen de manifiesto que varias decisiones relativas a distintos aspectos de la lucha contra la pandemia se tomaron sin motivo suficiente, a veces de forma contradictoria, aunque Boris Johnson y su gobierno siempre afirmaron que se guiaban por la ciencia. Pero no era así. Muchas restricciones se impusieron contra la opinión de los asesosores científicos del gobierno. En otras ocasiones es evidente que quienes daban las órdenes eran los asesores de imagen y comunicación.

Una de las primeras revelaciones se refiere al uso de mascarillas, sobre todo en las escuelas. Los intercambios entre Boris Johnson, el jefe médico Chris Whitty, Matt Hancock y Lee Cain, antiguo director de comunicación del Primer Ministro, muestran que la imposición de mascarillas obligatorias respondía a una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, pero sobre todo a una decisión de Nicola Sturgeon, la Primera Ministra de Escocia.

En respuesta a una pregunta de Boris Johnson sobre la necesidad de utilizar mascarillas, Lee Cain escribió que sería difícil para el gobierno “mantener el rumbo” en su intención de no imponer las mascarillas con la decisión de la dirigente escocesa. Sin embargo, el director médico, Chris Whitty, respondió en la misma conversación confesando que no había “ninguna razón de peso” para llevar mascarillas.

No es la única decisión que Boris Johnson tomó en contra de sus asesores científicos. El antiguo primer ministro expresó su arrepentimiento por haber decidido introducir un segundo confinamiento rápidamente, basándose en datos que, según los científicos, eran erróneos. A pesar de sus temores, el confinamiento siguió adelante y duró un mes.

Cuando expresó su deseo de levantar el confinamiento antes de lo previsto, fueron sus asesores de comunicación, en particular Lee Cain, quienes le disuadieron alegando que tal medida iría “demasiado por delante” de la opinión pública.

En uno de los mensajes Boris Johnson propuso reabrir las escuelas antes del verano de 2020, pero el ministro de Sanidad, Hancock, le disuadió. “Todo el mundo ha aceptado que no habrá escuelas hasta septiembre”, le respondió.

El gobierno presionó a la policía para que fuera más agresiva a la hora de imponer por la fuerza las restricciones sanitarias. Luego, la influencia de los dos asesores de comunicación de Boris Johnson “cambiaron la vida” de los británicos, pero no por razones de salud, como es obvio.

Otros mensaje revelan la aplicación entre bastidores de la “regla del 6”, impuesta a los niños, que prohibía a familias y amigos reunirse con más de 6 personas al aire libre. También hablan de los esfuerzos de Hancock por cerrar escuelas o alcanzar su objetivo de 100.000 pruebas de coronavirus al día.

Seguiremos destapando estos mensajes internos del gobierno británico, que confirman, punto por punto, los temores sobre la pandemia que venimos exponiendo desde hace tres años.

(*) https://www.telegraph.co.uk/news/lockdown-files/

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