La OTAN aumentará su presupuesto un 13 por cien el año que viene

Este año el presupuesto de la OTAN ha aumentado un 25 por cien, alcanzando un total de 3.330 millones de euros. Es solo el comienzo, dado que el año pasado, en la Cumbre de Madrid, los aliados acordaron un crecimiento anual del 10 por cien en términos reales de los recursos asignados a la organización hasta 2030.

Este año, para cubrir los gastos de personal de la Secretaría General y los gastos de funcionamiento de la sede en Bruselas, el presupuesto civil de la OTAN se incrementó hasta 370,8 millones de euros, un 27,8 por cien respecto al año pasado, mientras que el presupuesto militar, que financia el cuartel general de la estructura de mando y las misiones de la Alianza, alcanzó los 1.960 millones de euros, un aumento del 25,8 por cien.

El límite máximo del NSIP (Programa de Inversiones en Seguridad) se ha fijado en 1.000 millones de euros, con un aumento del 26,6 por cien.

El próximo año los tres presupuestos verán un incremento ligeramente superior a lo acordado en la cumbre de Madrid. Se asignará una dotación de 438,1 millones de euros al presupuesto civil, con un aumento de 18,2 por cien.

En cuanto al presupuesto militar, su importe aumentará un 12 por cien y superará así el umbral de los 2.000 millones de euros. El NSIP volverá a aumentar considerablemente, un 30 por cien, hasta alcanzar los 1.300 millones de euros.

Los estados miembros financian el presupuesto de la OTAN en función de su peso económico, que encabezan Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. En comparación con otros países, España tiene un gasto militar reducido, pero está interviniendo activamente en la mayor parte de las guerras y desestabilizaciones que emprende la Alianza.

España tiene cuatro cazas Eurofighter en Bulgaria para patrullar el Mar Negro, también buques en el Mediterráneo y aviones que participan en el acoso contra Rusia en el Báltico. Más allá de Europa, en 2003 intervino en la invasión de Irak, formando parte del “trío de las Azores” y ahora colabora en el entrenamiento del ejército local, algo parecido a lo que está haciendo en Ucrania.

En 2011 el ejército español participó en la destrucción de Libia con un gran despliegue de cazas de combate, una fragata y un submarino.

Las tropas españolas estuvieron presente en Afganistán a lo largo de casi dos décadas, hasta su retirada en 2021, en la misión más larga y costosa en vidas y recursos del ejército. Más de 27.000 militares fueron enviados al país y 102 perdieron la vida.

Ahora va a enviar buques al avispero del Mar Rojo.

La participación de España en la OTAN no se mide, pues, en dinero, sino más bien en carne de cañón.

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