Entre las flotas más grandes, domina la Armada de los Estados Unidos con su vasto arsenal de portaaviones, submarinos nucleares y destructores avanzados, lo que refleja su capacidad para proyectar su fuerza mucho más allá de sus fronteras.
Siguiéndolos de cerca, Rusia y Reino Unido también mantienen formidables armadas, equipadas para operaciones mundiales. Sin embargo, el rápido ascenso de China como potencia naval es innegable. Pekín está ampliando rápidamente su flota para apoyar sus intereses estratégicos, especialmente en el Mar de China Meridional y el Estrecho de Malaca.
El progreso de China, ilustrado por la expansión de su gama de portaaviones y la adopción de tecnologías avanzadas, demuestra su deseo de proteger su presencia en los mercados internacionales y las vías de navegación.
La Armada china se prepara para iniciar la construcción de su cuarto portaaviones, sugerido por Yuan Huazhi, su comisario político. Durante un intercambio con la prensa al margen de la Asamblea Popular Nacional, Yuan descartó dificultades técnicas importantes en la construcción de portaaviones, sugiriendo avances inminentes, en particular en lo que respecta a la propulsión nuclear del futuro buque, mencionado bajo el nombre de Tipo 004.
Los avances realizados desde la adquisición del Liaoning, el primer portaaviones de la flota, atestiguan el plan chino de ampliar sus capacidades de aviación naval. Inicialmente un proyecto soviético inconcluso, el Liaoning fue transformado por China para convertirse en una parte clave de su estrategia marítima, aunque limitada por su diseño. Tras esta primera adquisición, el Shandong, la primera creación íntegramente china, marcó un progreso con prestaciones ligeramente superiores, a pesar de limitaciones similares debidas a su arquitectura de despegue.
La introducción del Fujian, el tercer portaaviones de la flota y el primero equipado con catapultas electromagnéticas para el despegue de aviones, marca una revolución en las capacidades de la aviación naval china. Este avance tecnológico coloca a China a la par de las tecnologías más modernas, abandonando los pasos intermedios tradicionales para aumentar la capacidad.
El desarrollo anunciado del Tipo 004 genera especulaciones sobre una mejora significativa en las prestaciones de la Marina de Guerra china. El este futuro portaaviones podría competir con los más recientes buques estadounidenses gracias a innovaciones como un caza a bordo de nueva generación y una posible propulsión nuclear, aumentando considerablemente su autonomía.
En 2015, en el momento clave de la Guerra de Siria, la Armada china ya envió un portaaviones al puerto de Latakia para defender al gobierno de Damasco.
Yuan Huazhi insistió en que el rearme tiene como objetivo proteger la soberanía y la integridad territorial de China, en lugar de desafiar directamente la supremacía naval de Estados Unidos. Este enfoque es parte de una visión a largo plazo destinada a fortalecer la presencia china en aguas estratégicas y extender su alcance más allá de las zonas costeras.
Además de estos esfuerzos para desarrollar sus portaaviones, China continúa fortaleciendo sus capacidades anfibias con la construcción de portahelicópteros Tipo 075 y, potencialmente, un nuevo Tipo 076 con capacidades de portaaviones.